Mié. Oct 16th, 2024

EFE

Bruselas

Los obispos católicos flamencos instaron hoy que se “reconozca y apoye” a las personas homosexuales que “eligen vivir en pareja” y plantearon un posible ritual que incluye una oración por este tipo de uniones, si bien este rito seguirá sin considerarse un “matrimonio religioso”.

En un documento publicado hoy, los obispos católicos de esta región belga (la mitad norte del país) abrieron la puerta a que se pueda celebrar un “momento de oración” durante reuniones pastorales para que dos personas homosexuales puedan expresar su “compromiso ante Dios y hacia los demás” y para que la comunidad pueda rezar “para que la gracia de Dios actúe en ellos”.

“Algunos homosexuales eligen vivir en pareja, en una relación duradera y fiel. Merecen igualmente nuestro reconocimiento y apoyo. Aunque no puede ser un matrimonio religioso, este tipo de religión puede ser fuente de paz y felicidad compartida”, señalan los obispos.

En cualquier claro, durante este rito “debe quedar clara la diferencia con lo que la Iglesia entiende por matrimonio”, insiste el documento publicado en la página web de la Conferencia Episcopal belga.

El texto apunta también a que el papa Francisco ha pedido explícitamente “una orientación pastoral respetuosa” para que las personas homosexuales “pueden disfrutar del apoyo necesario para comprender y cumplir plenamente la voluntad de Dios en sus vidas”.

“Duele cuando estas personas sienten que no pertenecen a la comunidad o que están excluidas de ella. Quieren ser escuchados y reconocidos”, dicen los obispos de Flandes.

En septiembre de 2021, el papa Francisco se mostró partidario de leyes civiles para defender los derechos de los homosexuales, pero no del “matrimonio”, porque “el sacramento es el sacramento”.

El papa ya había expresado este concepto en un documental reciente, pero, sin embargo, poco después, el Vaticano publicó una nota aclaratoria para recordar que la Iglesia católica “no puede impartir su bendición a las uniones de personas del mismo sexo”, después de que en algunos ambientes eclesiásticos hayan surgido dudas sobre este tema.

“No es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo”, afirmaba en ese documento la Congregación para la Doctrina de la Fe.