Jue. Mar 28th, 2024


Las escuelas están cerradas este viernes y el gobierno ha anunciado la apertura de un centro de alojamiento de emergencia

  • Huracan Fiona, foto de AFP

AFP

Hamilton, Bermudas

Ráfagas de 160 km/h y lluvias torrenciales azotaron las Bermudas la madrugada del viernes, dejando a miles sin electricidad, cuando el huracán Fiona, después de causar estragos en el Caribe, esquivó este archipiélago del océano Atlántico.

Alrededor de las 06H00, el centro del huracán se encontraba a unos 250 kilómetros al noroeste de este territorio británico, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), que rebajó a Fiona de la categoría 4 a la 3 en la escala Saffir-Simpson en su último boletín.

Durante la noche, varias zonas reportaron cortes de energía, con más de 7.000 personas afectadas, según la principal empresa eléctrica.

Las escuelas están cerradas este viernes y el gobierno ha anunciado la apertura de un centro de alojamiento de emergencia. El tráfico de autobuses y ferris está suspendido desde la noche del jueves.

El jueves, ante las advertencias de huracán vigentes y pronósticos del NHC de fuertes vientos, los residentes de las Bermudas se refugiaron en sus casas.

“Esta tormenta va a ser peor que la última”, dijo a la AFP Richard Hartley, dueño de un negocio en la capital, Hamilton, mientras colocaba placas de metal en las vidrieras de su tienda con la ayuda de su esposa.

Fiona, que finalmente bordeó la isla debilitándose, puede provocar vientos huracanados a más de 100 km de su centro y algunos de hasta 210 km/h, según el NHC. 

En las Bermudas, un archipiélago muy pequeño de 64.000 habitantes y 54 km2, el NHC había pronosticado fuertes lluvias, de hasta 100 mm, y “grandes olas destructivas”. El alcance de los daños se desconocía en la madrugada del viernes.

“Convivir con esto”

El territorio, situado a 1.000 km de Estados Unidos y acostumbrado a los huracanes, es uno de los lugares más aislados del mundo, lo que hace casi imposible cualquier evacuación en caso de emergencia.

“Tienes que convivir con esto porque vives aquí, no puedes huir a ningún sitio porque es solo una pequeña isla”, dijo JoeAnn Scott, que trabaja en una tienda de Hamilton. 

Tratamos de “disfrutarlo como viene”, apuntó. “Y orar y orar. Eso es lo que hacemos, orar y festejar”, agregó entre risas.

La isla principal se tomó en serio los preparativos. 

Muchos de los barcos amarrados en los clubes fueron sacados del agua esta semana, y los muebles de exterior, tanto en casas como en restaurantes, fueron puestos a cubierto. 

El ministro de Seguridad Nacional, Michael Weeks, pidió a los residentes que se quedaran en sus hogares hasta que se les dé luz verde. “Por favor, no manejen, no salgan a tomar fotografías, no sean imprudentes”, dijo en una conferencia de prensa.

Almacenar agua de lluvia

Los bermudeños almacenaron alimentos, velas y baldes con agua.

Como la isla no tiene una fuente de agua dulce, todos los edificios cuentan con depósitos para almacenar agua de lluvia, bombeados a las casas por un sistema eléctrico. Con posibles cortes de energía durante las tormentas, los lugareños suelen llenar sus bañeras o baldes con anticipación. 

Fiona provocó la muerte de cuatro personas en Puerto Rico, un territorio estadounidense, según un funcionario citado por los medios. Además, se reportó un fallecido en Guadalupe, un departamento de ultramar de Francia, y dos en República Dominicana. 

En Puerto Rico, que aún se está recuperando de la devastación del huracán María hace cinco años, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró el estado de emergencia. 

Y Fema, la agencia federal de manejo de desastres de Estados Unidos, planea enviar a cientos de miembros de su personal adicionales a la isla, que ha sufrido cortes de energía masivos, deslizamientos de tierra e inundaciones. 

En República Dominicana, el presidente Luis Abinader declaró el estado de desastre natural en tres provincias del este.