EFE
Estados Unidos
Polémico fue su nombramiento y polémica ha sido su salida. La Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apostó este lunes por la destitución de su presidente, Mauricio Claver-Carone, tras tener una relación amorosa con una subordinada.
Una fuente del banco confirmó a Efe que todos los gobernadores de la Asamblea que han votado hasta hoy han decidido que el estadounidense de origen cubano debe abandonar la institución.
El anuncio no ha sido confirmado de forma oficial por el banco, pero la fuente asegura a Efe que se formalizará en las próximas horas.
Hasta el momento han votado más del 90 % de los miembros de la Asamblea (compuesta por ministros de Economía, Hacienda o directivos de bancos centrales de los 48 países miembros del BID), una mayoría suficiente para que el directorio ejecutivo pueda oficializar su destitución.
Desde el pasado viernes, los gobernadores -que son quienes aprueban el nombramiento y la destitución del presidente- han estado votando si quieren que Claver-Carone deje su cargo por haberse saltado las normas del banco, que prohíbe las relaciones íntimas entre superiores con personas que dependan directamente de ellos.
La remoción llega después de una investigación hecha tras una denuncia anónima, un caso que se destapó la pasada semana, cuando una agencia de investigación presentó un informe a los miembros del directorio ejecutivo de la institución y estos pidieron a la Asamblea de gobernadores su destitución.
El informe, que fue filtrado a algunos medios de comunicación, fue presentado posteriormente al propio Claver-Carone, quien sigue manteniendo su inocencia y asegurando que no hay pruebas que confirmen la relación.
En declaraciones a Efe tras conocerse el escándalo, el directivo criticó esta investigación, que es “claramente información fabricada”, dijo.
Según la fuente del BID consultada por Efe, el informe demuestra claramente la relación personal del presidente con una trabajadora, que recibió cuantiosas subidas de salario durante los últimos años.
“Está claro que la relación está totalmente comprobada, aunque él diga que no”, apuntó dicha fuente, que citó algunos detalles que demuestran el affaire.
Entre ellos la existencia de un mantel de papel escrito y firmado por ambos, una declaración de amor que escribieron en un restaurante en Colombia durante un viaje de trabajo y que fue peritada caligráficamente por la firma de investigación.
UN NOMBRAMIENTO POLÉMICO
Claver-Carone (Miami, 1975) lleva en el cargo desde el 1 de octubre de 2020 y a él llegó rodeado de polémica tras ser nombrado por el ahora expresidente de EE.UU. Donald Trump (2017-2021); por lo cercana que estuvo su designación de las elecciones estadounidenses (que Trump acabó perdiendo); y también por ser el primer líder de la institución que no procede de Latinoamérica.
Pese a que el voto para elegir al presidente del BID es presumiblemente secreto fueron públicos los apoyos de países como Colombia, Brasil, Bolivia o Uruguay y también las críticas de otros como Argentina, México o Chile.
Junto con la Unión Europea (UE), que cuenta con 13 países miembros, los detractores presionaron para posponer las elecciones del BID hasta marzo de 2021, con el fin de que tuvieran lugar después de los comicios estadounidenses de noviembre de 2020.
Sin embargo, Estados Unidos controla el 30 % del poder de voto en la institución y tenía de su lado a numerosos países de la región. La votación tuvo lugar con Claver-Carone como único candidato, avalado por El Salvador, Guyana, Haití, Israel, Paraguay y EEUU.
La trayectoria pública de Claver-Carone, doctor en Derecho en la Universidad Católica de América, arrancó también con la polémica por bandera.
Era conocido en Washington por su antiguo blog “Capitol Hill Cubans”, desde donde criticaba ferozmente la política de apertura a Cuba y apostaba contra el Gobierno venezolano, una actitud que le sirvió para conectar con el ala dura de los republicanos.
Director del Centro Cubano-estadounidense por la Democracia y otras instituciones afines, alzó siempre la voz en su defensa al embargo a Cuba y para calificar de “servilismo” la política hacia la isla del predecesor de Trump, el presidente demócrata Barack Obama (2009-2017).
El nombre de Mauricio Claver-Carone comenzó a hacerse más conocido en noviembre de 2016, cuando el entonces presidente electo, Donald Trump, lo nombró como parte de su equipo encargado de organizar la transición en el Departamento del Tesoro de la administración de Obama.
Tras el nombramiento del republicano, ocupó varios cargos en su Gobierno, entre ellos el de asesor del Tesoro y del propio Trump. También es conocido por crear la campaña de máxima presión del Gobierno de los Estados Unidos contra el régimen de Maduro en Venezuela.
Claver-Carone tenía que haber estado en el cargo hasta septiembre de 2025, pero ahora, una vez que el BID haga oficial la noticia, se abrirá un periodo de 45 días en el que los países podrán proponer candidatos para sustituir a un hombre que no ha logrado escapar de la polémica.