Mié. Nov 13th, 2024

Patria Reyes Rodríguez

Santo Domingo, R.D.

Haití junto a la República Democrática del Congo, Kenia, la región del Sahel, Sudán y la República Árabe Siria siguen siendo motivo de gran preocupación para Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

De acuerdo con el Informe Global sobre Crisis Alimentaria 2022, estos países tienen una gran cantidad de personas que enfrentan inseguridad alimentaria aguda crítica, junto con factores que empeoran y se espera que intensifiquen aún más las condiciones que amenazan la vida en los próximos meses.

La violencia organizada y los conflictos siguen siendo los principales impulsores del hambre aguda, además, los fenómenos meteorológicos extremos, como las tormentas tropicales, las inundaciones y las sequías, siguen siendo impulsores críticos en algunas regiones.

El informe indica que los elevados precios mundiales de los hidrocarburos y las materias primas agrícolas continúan provocando aumentos en los precios de los alimentos y la energía a nivel mundial y también señala las medidas de ajuste monetario promulgadas por numerosos bancos centrales, incluidas las principales economías avanzadas, para frenar las crecientes tasas de inflación han aumentado el costo del crédito y han frenado las entradas de capital financiero dirigidas a los países en desarrollo.

Apuntan que en combinación con los crecientes riesgos de recesión o una desaceleración significativa en las principales economías, como la Unión Europea y China, esta dinámica está aumentando los riesgos macroeconómicos para las economías en desarrollo y está causando dificultades cada vez mayores para que varios países financien la importación de artículos esenciales y paguen el servicio de sus deudas, que para muchas economías han aumentado rápidamente durante la última década.

Los analistas detallan que muchos gobiernos se ven obligados a introducir medidas de austeridad que afectan los ingresos y el poder adquisitivo de los hogares. Como resultado, las tasas de pobreza e inseguridad alimentaria aguda van en aumento, así como los riesgos de disturbios civiles provocados por el aumento de las quejas socioeconómicas, que es probable que aumenten aún más en los próximos meses.