La combinación de un material monticular y defensiva de primer nivel, uniéndose a una ofensiva “oportuna”, han sido para los Guardianes sus legítimas claves en su paso del terror a la fantasía de un año a otro.
- Los Guardianes de Cleveland tienen foja de 9 victorias en los últimos 10 partidos. (Antes de la jornada del viernes).
Carlos Moreta
Santo Domingo
Tras un año de récord negativo en 2021 luego de intercambiar jugadores del calibre de Francisco Lindor o Carlos Carrasco, los Guardianes de Cleveland parecerían sumergirse en un proceso de reestructuración, sucediendo todo lo contrario una temporada más tarde, dando la sorpresa para ganar la División Central de la Liga Americana.
Los dirigidos por Terry Francona han dado un golpe agradable sobre la mesa, superando a los Medias Blancas de Chicago que se proyectaban como los favoritos de la división, aprovechando las largas situaciones relacionadas con lesiones del equipo de la “Ciudad de los Vientos”, así como su desequilibrio desde el banquillo.
En una era donde el bateo de poder se ejecuta casi como norma en la mayoría de equipos de las Grandes Ligas, los Guardianes han demostrado que en 2022 se puede tener éxito haciendo swing para conseguir contacto y poner la bola sobre el terreno, combinando las cosas con un reluciente resultado de sus lanzadores y una defensiva premium.
Los Guardianes se ubican en la posición 29 de cuadrangulares conectados en toda la campaña con tan solo 123, lo que en gran parte influye a que su promedio de slugging sea de tan solo .381, el décimo más bajo en el año de manera colectiva entre los equipos. De forma contraria, la organización se posiciona #14 por su porcentaje de embasarce de .315 y #17 en carreras anotadas (668).
Su registro de veces en las bases ligeramente sobre la media de la liga se ha traducido en sus éxitos con el bateo oportuno, quienes han sostenido el décimo-cuarto mejor promedio de bateo cuando sus corredores se ubican en posición de anotar (.258).
Del otro lado del diamante, el cuerpo de lanzadores del equipo debe escribirse en letras doradas como parte de su gran campaña, quienes han entendido a la perfección la moción de: prevenir hits y bases por bolas para conseguir ponches.
El promedio de bateo colectivo de los oponentes frente al pitcheo de Cleveland ha sido de un pírrico .228, siendo el sexto mejor entre los cuerpos monticulares de las treinta franquicias de Grandes Ligas. Al mismo tiempo, su porcentaje del 15.8 de enfrentamientos terminando en ponches por cada base por bolas se traduce como el undécimo mayor entre conjuntos.
Para completar un perfecto engranaje, el pelotón defensivo del equipo ha demostrado estar completamente al nivel, sosteniendo una actuación con el guante en superlativo.
Los Guardianes se posicionan como el cuarto equipo con mayor cantidad de Carreras Defensivas Salvadas (DRS, por sus siglas) detrás de sus 66, así como en el quinto puesto de Outs Por Encima del Promedio (OAA, por sus siglas) por sus 23, siendo la representación más acertada de una excelente efectividad desde el fildeo.
La combinación de un material monticular y defensiva de primer nivel, uniéndose a una ofensiva “oportuna”, han sido para los Guardianes sus legítimas claves en su paso del terror a la fantasía de un año a otro.
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Un total de 25 de los 40 hombres en roster han sido firmados y desarrollados por los Guardianes, una grata representación de la capacidad del equipo para producir talento a lo interno, característica que ha estado del lado de la franquicia en gran parte de su historia.