AP
Washington
Algunos funcionarios de salud de Estados Unidos están admitiendo que probablemente la viruela símica no va a desaparecer del país en el corto plazo.
La propagación de la enfermedad es cada vez más lenta, pero el virus está tan extendido que es improbable que sea eliminado, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Esa conclusión estaba en un informe reciente de los CDC, y la refrendó el viernes Marc Lipsitch, director de ciencia del centro de previsión de enfermedades de la agencia.
Lipsitch no quiso decir que la viruela símica ha llegado para quedarse, pero sí considera que será una amenaza continua durante los próximos años.
“Está presente en muchos lugares geográficos del país”, así como en otras naciones, le dijo Lipsitch a The Associated Press. “No tenemos claro un camino para eliminar completamente el virus a nivel interno”.
El virus se ha propagado principalmente entre hombres homosexuales y bisexuales, aunque las autoridades de salud siguen insistiendo en que cualquier persona puede infectarse. Es importante que las personas en riesgo tomen medidas para evitar los contagios, y que las campañas de vacunación continúen, agregó Lipsitch.
El informe de los CDC tenía algunas buenas noticias: El brote en Estados Unidos parece haber alcanzado su punto máximo en los primeros días de agosto. El promedio de casos diarios que se están notificando —menos de 150— representa aproximadamente un tercio de lo que se registraba a mediados del verano boreal, y las autoridades prevén que el descenso continúe al menos durante las próximas semanas.
Lipsitch atribuyó la buena noticia al aumento de la vacunación, al comportamiento cauteloso de las personas de riesgo y a la inmunidad derivada de la infección en las poblaciones de mayor riesgo.
El doctor Tom Inglesby, director del Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria, coincidió en que es poco probable que la propagación de la viruela símica se detenga pronto en Estados Unidos, pero dijo que todavía es posible que ocurra a largo plazo.
Si la transmisión nacional se detuviera, las infecciones podrían continuar si la gente se contagia del virus mientras viaja por el extranjero, explicó. Pero el descenso en el número de casos hace pensar que “realmente hemos superado un punto crítico”.
“Las labores que se están llevando a cabo están teniendo éxito, y deberían continuar, e incluso intensificarse”, dijo.
Con el descenso en las cifras de casos, este es un buen momento para que los departamentos de salud locales hagan un nuevo intento por rastrear intensivamente los contactos para tratar de detener las cadenas de transmisión, señaló.
La viruela símica es endémica en algunas partes de África, donde la gente se ha infectado a través de mordeduras de roedores o animales pequeños, pero no se consideraba una enfermedad que se propagara fácilmente entre las personas hasta mayo, cuando aparecieron infecciones en Europa y Estados Unidos.
Se han registrado más de 67.000 casos en países que históricamente no habían tenido viruela símica. Estados Unidos es el país que tiene el mayor número de infecciones: más de 25.600, y ya se ha atribuido a esta enfermedad una muerte en su territorio.
Más del 97% de los casos en Estados Unidos son en hombres. La gran mayoría han sido hombres que informaron haber tenido contacto sexual reciente con otros hombres.
Aunque los casos han ido descendiendo, la proporción de nuevos casos que tienen información sobre contactos sexuales recientes también ha disminuido, según las autoridades. Eso está provocando un creciente punto ciego sobre cómo podría estar propagándose el virus, señaló Lipsitch.
El Departamento de Salud y Ciencia de The Associated Press recibe apoyo del Departamento de Educación Científica del Instituto Médico Howard Hughes. La AP es la única responsable de todo el contenido.