María Jiménez
Santiago, R.D.
Una de las principales ventajas de un vehículo eléctrico, en comparación a uno tradicional, es que en vez de ir a una estación de combustible a llenar el tanque, puedes cargar tu vehículo desde tu casa, con tan solo conectarlo a un tomacorriente.
Joel Tavarez, gerente general de Grupo Cavel, una compañía que se especializa en la venta de vehículos de esta clase, explicó que, en términos medioambientales, un automóvil de combustión emite gases de tipo invernadero que son sumamente dañinos al medioambiente y a la salud.
El auto eléctrico, al combinarlo con un medio de producción energético totalmente ecológico, como los paneles solares, tiene cero impacto en el ecosistema, pudiendo llegar a eliminar el costo de desplazamiento. Añade a esto la gran diferencia en el valor de un galón de combustible a un kilovatio de energía eléctrica.
Otro gran beneficio al medio, según Tavarez, es que la contaminación sonora de un vehículo eléctrico es “nula”, ya que estos no emiten ningún sonido, a diferencia de aquellos de combustión y motocicletas que producen fuertes sonidos, y del que carecemos de un control para regular este tipo de contaminación. Señaló, también, que los automóviles eléctricos no requieren un mantenimiento tan seguido como los tradicionales, a los cuales hay que cambiarles el aceite de motor y transmisión, líquido refrigerante, así como los frenos, que en uno eléctrico tienen una probabilidad del 60% de durar más, por lo que, en términos de producción y economía, es de gran ayuda.
Puede que los vehículos eléctricos no sean la única alternativa para reparar la crisis medioambiental del planeta, pero es un paso gigantesco para mejorarlo, ya que los mayores niveles de contaminación se deben a las industrias y los medios de transporte.