Vie. Abr 19th, 2024


No habrá un formato de negociaciones ni un anuncio final cuando termine la cita en Kinshasa, ya que esta “pre COP” es una cita informal, indicó a AFP Tosi Mpanu Mpanu, negociador de la República Democrática del Congo en las conferencias de la ONU sobre el clima

Annie Thomas / AFP

Kinshasa, RD Congo

Los ministros del Medio Ambiente de unos 50 países se reúnen desde el lunes en República Democrática del Congo (RDC) para preparar la conferencia sobre el clima de noviembre en Egipto, una “pre COP27” africana que puede plantear a los países ricos sus responsabilidades.

No habrá un formato de negociaciones ni un anuncio final cuando termine la cita en Kinshasa, ya que esta “pre COP” es una cita informal, indicó a AFP Tosi Mpanu Mpanu, negociador de la República Democrática del Congo en las conferencias de la ONU sobre el clima.

Pero durante dos días, el lunes y el martes, los ministros y delegados reunidos en la sede del Parlamento tendrán múltiples contactos y discusiones para plantear los posibles avances y bloqueos que podrían enfrentar en la COP27 sobre cambio climático, que se realizará del 6 al 18 de noviembre en Sharm el Sheij.

En la COP anterior, en 2021 en Glasgow, la comunidad internacional reafirmó la meta de contener el calentamiento global a +1,5°C en comparación con la era preindustrial.

Esa meta establecida en 2015 por los Acuerdos de París está de momento fuera de alcance porque el planeta ya está cerca de +1,2°C.

Desde entonces se han celebrado discusiones sobre cómo concretar ese objetivo, pero no se han hecho avances relevantes, especialmente en materia de financiamiento.

En Glasgow los países pobres, menos responsables del calentamiento, pero más expuestos a sus consecuencias, exigieron un mecanismo específico para cuantificar las “pérdidas y daños” provocadas por el cambio climático.

Los países ricos, a menudo los mayores emisores de gases del efecto invernadero, rechazaron la demanda y en su lugar se creó un marco de diálogo para discutir “modalidades de financiamiento” hasta 2024.

“Como la COP y la ‘pre COP’ se realizan en el continente africano, el énfasis ciertamente estará en el apoyo a los países del sur por parte de los países industrializados y contaminadores”, analizó una fuente diplomática que pidió no ser identificada.

La presidencia egipcia de la COP también apuntó a estos temas de financiamiento como una de las prioridades de la cumbre de Sharm el Sheij, que quieren convertir en la “COP de la puesta en marcha”.

– “Justicia climática” –

Esa reivindicación de “justicia climática” fue una de las principales consignas de una reciente manifestación en Kinshasa de jóvenes activistas congoleños por el clima, que al igual que jóvenes del mundo entero, exigen que los líderes mundiales tomen acciones en lugar de hacer “promesas incumplidas”.

El país anfitrión aprovechará la “pre COP” para presentarse como “país solución”, una idea ya planteada en encuentros previos sobre el clima.

Situado en el corazón de la cuenca del río Congo, este inmenso país de África Central tiene unas 160 millones de hectáreas de bosque tropical que lo convierten en un “pulmón verde” capaz de absorber el carbono y contribuir a la lucha contra el cambio climático.

Antes de la cita ministerial de la “pre COP”, el gobierno organizó a inicios de septiembre, en el bosque de la reserva de la biosfera de Yangambi, noreste, una “conferencia científica internacional” sobre la contribución de los bosques tropicales a la lucha contra el cambio climático

En su declaración final, que será analizada en Kinshasa, los científicos llamaron a la comunidad internacional a “apoyar todas las iniciativas” de preservación de los bosques”.

Para preservar ese tesoro, amenazado en la RDC por la agricultura de tala y quema y la explotación de madera para “energía” (carbón de madera), Kinshasa pide ayuda financiera para que las comunidades locales puedan disponer de otras fuentes de ingreso y tener electricidad y caminos.

“Cuantos más medios estén a nuestra disposición, más acciones climáticas podremos poner en marcha”, aseguró Mpanu Mpanu.

Los jóvenes activistas en la marcha en Kinshasa, algunos con la bandera de Greenpeace, estaban también muy enfadados por la reciente subasta de 30 bloques petroleros y gasíferos.

Al igual que Senegal, que planea comenzar a explotar sus reservas de gas y petróleo en el Atlántico en 2023, el gobierno congoleño reivindica su derecho de aprovechar los ingresos de sus hidrocarburos.

Asegura que las técnicas de explotación utilizadas serán respetuosas del medio ambiente, pero los activistas consideran que el proyecto contradice totalmente.