Mié. Abr 24th, 2024


El brote anterior, que se prolongó durante más de ocho años, dejó casi 10.000 fallecidos

  • Vibrio cholerae.Foto: G. KNOTT & M. BLOKESCH, EPFL

Europa Press

Madrid, España

La detección de 26 casos de cólera en Haití ha agitado el temor a una enfermedad prevenible pero potencialmente mortal. En un momento delicado en términos políticos, sociales y económicos, el país más pobre del hemisferio occidental trabaja ya contrarreloj para evitar una nueva epidemia como la que vivió entre 2010 y 2019.

Una negligencia de los ‘cascos azules’ de la ONU provocó en octubre de 2010 un brote de cólera que no se extinguió hasta ocho años y medio más tarde, con 820.000 casos y casi 10.000 muertes de por medio. Desde entonces, el Ministerio de Salud local y sus aliados internacionales trabajan para que, al menos, nunca más se llegue a este nivel.

Las alarmas volvieron a saltar el domingo, cuando el Gobierno haitiano confirmó dos casos de cólera en el área metropolitana de Puerto Príncipe. Las autoridades han comenzado ya a rastrear otros potenciales enfermos y han confirmado más de una veintena de casos sospechosos, entre los que hay al menos siete fallecidos.

Los dos casos llegaron a centros de Médicos Sin Fronteras en Turgeau, Puerto Príncipe, y Drouillard, en el barrio de Cité Soleil en la capital haitiana.

Con fecha del domingo se había recibido a 14 pacientes con cólera en Turgeau y hay otros doce en Drouillard. Además hay un caso sospechoso en el Hospital de Carrefour, igualmente con presencia de MSF y varias muertes posiblemente relacionadas en el suburbio de Cité Soleil.

Los pacientes proceden de Cité Soleil y del Gran Martissant, zonas muy vulnerables con una alta densidad de población, sin acceso a atención sanitaria, con un alcantarillado muy precario y sin acceso a aguar potable, destacan fuentes de MSF.

Además son las zonas “más difíciles” de Puerto Príncipe en términos de acceso humanitario debido a la inseguridad y las barricadas levantadas por grupos armados dificultan el tránsito en varias partes de la ciudad.

MSF ha desplegado en respuesta tres tiendas de campaña en el Centro de Emergencias de Turgeau, en Drouillard y en Brooklyn, también en Cité Soleil. La primera tienda cuenta con once camas específicamente preparadas.

RESPUESTA DE LAS AUTORIDADES

Tanto el Ministerio de Sanidad como la ONU han exhortado a la población a ponerse en contacto con un médico si detecta síntomas compatibles de una enfermedad que se manifiesta especialmente mediante una diarrea acuosa y que deriva principalmente de contextos de insalubridad, del consumo de agua o alimentos contaminados.

La oficina de la ONU en Haití vigila “activamente” la evolución de la situación y ha instado a todos los ciudadanos a permanecer “vigilantes” y adoptar protocolos que prevengan la expansión de la enfermedad, por ejemplo lavándose las manos, hirviendo el agua, protegiendo los alimentos del contacto con animales o utilizando letrinas.

Incluso ha planteado una fórmula de rehidratación casera que se elabora a partir de agua, azúcar y sal, en caso de que el paciente no tuviese acceso a soluciones médicas y necesitase frenar un empeoramiento derivado de la diarrea y los vómitos, potencialmente mortales si no se tratan.

“La ONU está lista para desplegar equipos de respuesta de emergencia con el objetivo de apoyar a las comunidades afectadas tan pronto como se garantice el acceso seguro y se [desbloqueen] los suministros de combustible”, ha destacado el secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha expresado gran preocupación por la salud y seguridad de la población en Haití y solicitó acceso inmediato e irrestricto a todo el territorio haitiano para facilitar la entrega de combustible con fines humanitarios.

Las entregas de combustible han estado bloqueadas en el puerto desde mediados de septiembre, afectando tanto la vida cotidiana de los haitianos, como la capacidad de los trabajadores de la ONU, otros organismos y la comunidad internacional para responder a la grave crisis que atraviesa el país.

Guterres ha instado además a todo el espectro político y social a trabajar unido en este momento de crisis para poder garantizar que los avances logrados en los últimos doce años en la lucha contra el cólera no se pierdan o deterioren.

La OMS ha entregado ya dos toneladas de material y suministros médicos a Médicos Sin Fronteras para permitir la puesta en marcha de un centro de tratamiento frente al cólera en Cité Soleil, un suburbio a las afueras de Puerto Príncipe. El centro cuenta con capacidad para 50 pacientes.

PROBLEMAS LOGÍSTICOS

A los desafíos médicos se suman también los logísticos, ya que la violencia de grupos armados que afecta principalmente a la capital haitiana y sus alrededores hace que sea “difícil” acceder a ciertas zonas, según el primer informe de la OMS tras la confirmación del brote.

La agencia también teme posibles problemas en el transporte de muestras por la falta de combustible, al tiempo que denuncia un “acceso limitado” a agua y servicios sanitarios de la población. “Estos factores tendrían un impacto en la dinámica de resurgimiento del cólera y en la gravedad de la enfermedad en pacientes con diarrea aguda”, advierte.