“Las niñas de todo el mundo siguen enfrentándose a retos sin precedentes en lo que respecta a su educación, bienestar físico y mental, y la protección necesaria para una vida libre de violencia”, dice la ONU.
Redacción digital
Santo Domingo, RD
Desde hace diez años, cada 11 de octubre está marcado en el calendario como el Día Internacional de la Niña, una fecha en la que las naciones de todo el mundo y sus gobiernos examinan sus políticas en favor del cuidado, desarrollo y el respeto a los derechos de las niñas.
En un informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a propósito de este día, se alerta de que, pese a los esfuerzos, las niñas siguen enfrentando un sinfín de desafíos y trabas para desarrollar al máximo su potencial.
“Las niñas de todo el mundo siguen enfrentándose a retos sin precedentes en lo que respecta a su educación, bienestar físico y mental, y la protección necesaria para una vida libre de violencia. El coronavirus ha empeorado las cargas existentes para estas y erosionado los importantes logros alcanzados en el último decenio”, dice la ONU.
Asimismo, señala que después de la pandemia, más de 10 millones de niñas correrán el riesgo de contraer matrimonio infantil, debido al cierre de las escuelas, la interrupción de los servicios de salud reproductiva y la agravante situación económica. Pero también son susceptibles a la explotación sexual, ya que el 72% de las víctimas de esta trata son niñas.
En cuanto a la educación, la ONU reconoce que aunque el número ha mejorado conforme a los años, a nivel mundial, el porcentaje de mujeres graduadas en Ciencias, Tecnología, ingeniería y Matemáticas, es inferior al 15% en la mayoría de los países.
¿Cómo ayudar?
Esta fecha no solo permite visibilizar las problemáticas a las que se enfrentan las niñas. También son una oportunidad idónea para aportar a su empoderamiento.
Una manera de ser parte de este día es compartir las historias de las niñas, adolescentes y mujeres que están rompiendo estereotipos y cambiando el rumbo de las cosas desde diversos escenarios, ya sea en las ciencias, el arte, el deporte, el altruismo o la tecnología.
Comprometer a los funcionarios y a los gobernantes para que realicen inversiones más específicas que aborden las desigualdades que sufren las niñas también es un gran paso.
Pero sin dudas, lo más importante, es reafirmar el compromiso individual de ayudar a construir un mundo de mejores oportunidades y más seguridad para las niñas.