El encuentro se vaticina “candente” ya que los expertos aseguran que ambos buscarán aumentar el rechazo del otro mediante ataques que ya se ven en las campañas.
- El expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, de 76 años, se impuso con el 48% de votos al mandatario ultraderechista, con 43%. Ambos irán a segunda vuelta. AFP
EFE
Sao Paulo, Brasil
El exmandatario progresista Luiz Inácio Lula da Silva y el ultraderechista Jair Bolsonaro, que busca la reelección, participan este domingo en el primer debate organizado de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil.
El encuentro se vaticina “candente” ya que los expertos aseguran que ambos buscarán aumentar el rechazo del otro mediante ataques que ya se ven en las campañas y que han tomado fuerza en los últimos días.
Según el último sondeo, divulgado el viernes por la firma Datafolha, el 56 % de los brasileños no votaría “de forma alguna” por Bolsonaro, mientras que un 46 % no le daría el sufragio Lula.
En esta oportunidad el exsindicalista y el jefe de Estado estarán solos en el debate y no contarán con otros candidatos que ayuden a elevar la llama de las discusiones.
De Bolsonaro se espera un comportamiento agresivo y desestabilizador muy parecido al del enfrentamiento que se dio días antes de la primera vuelta.
La corrupción y el pasado del líder progresista en la cárcel serán los temas más utilizados en su estrategia contra el exmandatario, en la que también se esperan comentarios falsos y fuera de lugar que le ayudarán a sembrar la duda entre el público.
En cuanto a Lula, los analistas dicen que mantendrá una postura propositiva e intentará defender sus banderas de lucha contra el hambre y la pobreza, pero también se ha preparado para defenderse de los posibles ataques que recibirá de su adversario.
El tema del uso político de la religión por parte del líder ultraderechista y algunos escándalos de corrupción suyos y de su familia, probablemente serán citados por el exsindicalista como lo ha hecho en sus más recientes intervenciones.
En la primera vuelta de las presidenciales, el líder progresista obtuvo el 48,4 % de los votos, frente al 43,2 % de Bolsonaro y como ninguno obtuvo más de la mitad tendrán que definir en el balotaje el próximo 30 de octubre.
La tendencia de la votación en la primera ronda de los comicios se mantiene en los sondeos de cara a la segunda, que le atribuyen a Lula el 49 %, frente a un 44 % del ultraderechista.