Eliana Ledesma
Santo Domingo, RD.
El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd) presentó ayer una investigación que arroja datos sobre los determinantes de crecimiento a nivel regional del país, es decir, que se aproxima al valor agregado bruto de las actividades económicas, pero con una mirada territorial.
El estudio “Aproximando el PIB a nivel regional en República Dominicana” y, que se hizo en conjunto con el Banco Mundial (BM) y la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), detalla las actividades económicas que realizan las localidades, así como su aporte a la economía nacional entre 2015 y 2019.
En el documento se explica que entre las regiones que menos aportan a ese indicador económico están El Valle que comprende las provincias Elías Piña, San Juan y Azua; la región Enriquillo con Pedernales, Barahona, y Bahoruco e Independencia, así como el Cibao Noroeste con Monte Cristi, Dajabón, Santiago Rodríguez y Valverde.
Durante el encuentro se destacó que estás zonas dependen de diferentes sectores productivos de la economía dominicana y cuyos aportes son dispares con relación a otras demarcaciones.
Es el caso del área de Enriquillo, que se particulariza por la dependencia de los sectores construcción en un 15.9%, comercio 12.15 y enseñanza en 10.8%, con una renta per cápita situada hace tres años en RD$288,143, lo que la convierte en la región de menos ingresos del país.
En cambio, el PIB de la región de El Valle está sujeto al comercio en un 14.3%; la construcción 13.4% y agropecuario en un 12.9%. Esta es la penúltima zona con menor ingreso per cápita, ya que para 2019 fue de RD$ 304,840.
Al mostrar los detalles de la región Noroeste, se pudo apreciar que depende en gran medida de la agropecuaria en un 22.7%, el comercio en un 12.6% y en el sector construcción en 11.2%.
En este territorio el ingreso per cápita mejoró un poco más en comparación con las demás, ya que para esta fecha se ubicó en RD$365,667.
Las que más contribuyen
Mientras que, entre las regiones que contribuyen en mayor proporción al promedio de crecimiento económico real del país, la región Ozama (Santo Domingo) favorece en mayor proporción al PIB nacional con un 1.7%, seguido por Cibao Norte que comprende las provincias Dajabón, Espaillat, Montecristi, Puerto Plata, Santiago, Santiago Rodríguez y Valverde con 1.2%.
En la región Yuma compuesta por La Romana, El Seibo y La Altagracia el aporte es de un 0.6%, o sea, que en estos territorios se condensa alrededor del 63.1 % de ese indicador económico.
En tanto sobre las actividades que más aportan en cada una de esas zonas, se informó que en el caso de Ozama se caracteriza por una mayor dependencia hacia sectores manufactura local con un 15.1%; las actividades inmobiliarias 10.7% y el comercio con 10.%.
Además, tiene el PIB per cápita más alto de las regiones entre 2018 y 2019, al alcanzar un valor promedio de RD$419,522.
En el Cibao Norte, predomina el comercio con un 11.8; construcción 11.6%, así como manufactura local con 9.8%. Su PIB per cápita promedió de 2015 a 2019 un valor de RD$362,418.
Para la región Yuma se destacan los sectores hoteles, bares y restaurantes con 23.9%, seguido de la construcción con 11.7% y el comercio con 9.7%. En 2019, su PIB per cápita se ubicó en RD$488,249 y durante el periodo 2015-2019 en RD$391,090, posicionándose como la tercera región de mayor ingreso del país.
Ministro
Pavel Isa Contreras, ministro de Economía, declaró a la prensa que el Gobierno busca contrarrestar esa situación de disparidad en las regiones donde la actividad económica que realizan se torna insuficiente.
“Hay una apuesta fuerte por desarrollar los territorios más pobres, este estudio muestra donde la actividad económica es insuficiente y hay que promoverlo”, expresó el funcionario tras la presentación del estudio en la sede de esa institución.
Además, comentó que las autoridades tienen como plan llevar a esas localidades otras actividades económicas para dinamizar e incentivar el crecimiento económico en esos lugares, para también desarrollar políticas públicas que mejoren la calidad de vida de sus ciudadanos.
En ese contexto, James Sampi, economista del Banco Mundial para el país, dijo que “mientras tenemos una dependencia de construcción y comercio en las regiones menos desarrolladas, tenemos un rol más importante de la manufactura regiones como el Ozama, hay una gran dispersión en cómo poder fomentar políticas públicas a nivel subnacional”.
Banco Mundial confía en RD
La representante del BM en República Dominicana, Alexandria Valerio, afirmó ayer que esa entidad confía en el país en cuanto a la creación de políticas públicas que mejoren de manera transparente las condiciones de vida de los ciudadanos.
Valerio dijo que dentro del marco de alianza país que tienen con las autoridades dominicanas, trabajan para la programación y desembolso este año de US$1.8 millones para destinarlo a inversiones de áreas donde se creen mejores espacios de trabajo, manejo de desastres naturales y servicios públicos.