“Espero que nadie tenga que vivir algo así en la vida”, remata Blanco, que destaca la actuación de los servicios de emergencia, pese a considerar que no hubo suficientes efectivos para poder atender a todas las víctimas en condiciones
- Socorristas y bomberos trabajan en la escena de una estampida fatal en Seul, Corea del Sur, durante celebraciones de Halloween, el sábado, 29 de octubre del 2022. AP.
EFE
SEÚL, Corea del Sur
Una estudiante española que reside en Seúl y trató de reanimar a víctimas de la avalancha humana que ha dejado de momento destacó hoy a EFE la ausencia de policía y efectivos sanitarios para evitar la tragedia y atender a los heridos.
“Había cuerpos y cuerpos de gente fallecida, gente haciendo primeros auxilios, gente pidiendo ayuda”. Así es como rememora, conteniendo las lágrimas, de la noche del pasado sábado en el barrio de Itaewon.
Blanco se encontraba cenando con unas amigas españolas en un restaurante cercano al callejón donde sucedió el tumulto cuando se dieron cuenta de que algo pasaba en el exterior.
“Empezamos a ver cómo traían cuerpos a la calle (frente al restaurante), cómo ponían cuerpos sobre la calle de gente que se había desmayado y a hacerles los primeros auxilios”, cuenta.
“Pero no había suficiente personal, así que empezaron a entrar en los restaurantes a preguntar quién podía hacer primeros auxilios y nosotras fuimos a ayudar en todo lo que pudimos”, recuerda sobre la fatídica noche.
Ella y sus amigas trataron de reanimar “a unas cinco o seis personas que desgraciadamente fallecieron”.
Blanco explica que la mayoría de gente a la que estaban colocando sobre las calles aledañas ya había fallecido.
“Había demasiada gente y nadie se podía mover. A mucha gente la pisotearon”, afirma.
Blanco denuncia que no había suficiente policía ni medidas de seguridad “para la cantidad de gente que había” en Itaewon, un barrio donde cada año decenas de miles de personas salen a celebrar Halloween y donde se calcula que pudo haber más de 100.000 personas el pasado sábado.
“Espero que nadie tenga que vivir algo así en la vida”, remata Blanco, que destaca la actuación de los servicios de emergencia, pese a considerar que no hubo suficientes efectivos para poder atender a todas las víctimas en condiciones.
La avalancha en Itaewon, que ha dejado ya 156 fallecidos, 29 heridos de gravedad y 112 de menor consideración, ha sido la peor tragedia en el país asiático desde el hundimiento en 2014 del ferri Sewol, en el que perecieron 304 personas, la mayoría estudiantes de secundaria.
El Gobierno surcoreano ha admitido hoy que carecía de protocolos para evitar un accidente de estas características y por el momento no se ha informado de que nadie a nivel municipal reclamara más medios de seguridad ante el creciente número de personas que visitaban Itaewon cada año.