Sáb. Sep 21st, 2024

Familiares, la crónica deportiva y otros amigos le dieron este miércoles cristiana sepúltura a sus restos.

  • Roosevelt Comarazamy Hijo deposita varias flores en el nicho donde desde este miércoles descansan los restos de su padre.

SANTO DOMINGO

Eran las 2 de la tarde en una calle del cementerio  Cristo Redentor. 

  Cielo medio gris, y unas 50 personas  sentían la tristeza de tener que despedir a Roosevelt Comarazamy, puntal de la crónica deportiva dominicana  los últimos 50 años y uno de los mejores de siempre en cualquier faceta. 

 Su esposa  Margarita, sus  tres hijos, tíos, hermanos . Periodistas y amigos del fenecido, no  podían contener las lágrimas. 

 Osvaldo Rodríguez Suncar,  cronista deportivo contemporáneo de Roosevelt, tomó las palabras  delante del nicho en que descansarían los restos del fenecido. 

 Osvaldo inició si emoción destacándola profesionalidad de Roosevelt, pero también su don de gente, su humildad y su dedicación por completo a lo que amaba.  Osvaldo no llegó muy lejos, la voz se le quebró  y las lágrimas llegaron a sus ojos., No pudo continuar. 

Al final,Ruvelin, apodo de su hijo mayor, cronista del Licey, dio las gracias  a todos por la compañía al  adiós a su padre. 

 Una hora antes, en la funeraria Blandino, hubo una misa de cuerpo presente . Ildefonso Ureña, cronista y compañero de Roosevelt en Licey, dijo algunas palabras, en medio de  un gran sentimiento de dolor por la partida del amigo. 

  Sus compañeros del grupo Los Toby y otros deportistas  estuvieron presentes y lloraron. Nandy Rivas , Federico Lalane, Leo Corporán, Dionisio Guzmán, Milán Lora , Andrés Vanderhorst, Emilio Valdez,Ernesto Krawinkel. 

 Distintas personalidades se habían dado cita en la funeraria para despedir y dar las condolencias. 

  A las 2.30 de la tarde, Ruvelin cerró y casi todos partieron.  Una vida de 74 años se había esfumado, pero Roosevelt deja un gran legado de capacidad y excelencia.