EUROPA PRESS
Madrid, España
Un total de 31 paletinos, seis israelíes y un ciudadano extranjero han muerto en los territorios palestinos como consecuencia del último estallido de violencia en apenas tres semanas, según el balance de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Además han resultado heridos 441 palestinos y nueve israelíes, incluido un miembro de las fuerzas de seguridad israelíes, en incidentes ocurridos en Cisjordania, incluida Jerusalén Este.
La OCHA atribuye a las fuerzas israelíes la muerte de diez palestinos, incluidos dos niños y una mujer, y heridas a otros 26 debido al uso de munición real en una incursión en el campamento de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania. “Es la cifra más alta de palestinos muertos por las fuerzas israelíes en una sola operación en Cisjordania desde que la OCHA comenzó a recoger estos datos de víctimas, en 2005“, ha señalado el organismo de la ONU.
Además, la OCHA destaca que tres de los fallecidos eran menores de edad –16 y 17 años– y una mujer mayor –61 años– que murieron por los disparos israelíes “cuando no suponían ninguna amenaza inmediata”. Otro palestino más murió el mismo día en Ar Ram, Jerusalén, en las protestas contra la incursión en Yenín.
En la operación en Yenín las fuerzas israelíes emplearon gas lacrimógeno y una de las granadas impactó en una unidad de pediatría del Hospital de Yenín, lo que obligó a evacuar a los pacientes.
Tras este incidente, el 27 de enero un palestino mató a seis israelíes, incluido un menor de edad, y a un ciudadano extranjero en la colonia judía de Jerusalén Este de Neve Yaakov. “Es el atentado más mortífero contra israelíes desde 2008”, ha destacado la OCHA, que recuerda que el atacante murió abatido.
Otros nueve palestinos, incluido un menor de edad, murieron en operaciones de las fuerzas de seguridad israelíes en Cisjordania, mientras que siete palestinos más murieron en acciones de las fuerzas israelíes en controles de seguridad militares cerca de Ramala, Qalqilia y Hebrón.
El capítulo de muertes lo cierran dos palestinos abatidos a tiros por colonos israelíes tras apuñalar o intentar apuñalar a colonos en nuevas colonias en las inmediaciones de Hebrón y Ramala.
Por otra parte, las autoridades israelíes han demolido, confiscado o desalojado 88 edificios en Jerusalén Este y la Zona C de Cisjordania, la mayoría por la falta de unos permisos israelíes “casi imposibles de conseguir”, según la OCHA. “Tres de estas estructuras son el resultado de las donaciones de ayuda humanitaria“, ha indicado la OCHA.
Estas demoliciones han dejado sin hogar a 99 palestinos —incluidos 54 menores— y se han visto afectados otros 21.000 palestinos. Muchos de los desalojados son familiares de palestinos designados como “terroristas” por Israel.
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