Will VASSILOPOULOS, con Vassilis KYRIAKOULIS
Atenas, Grecia
El jefe de la estación de tren señalado como responsable del peor desastre ferroviario de la historia de Grecia debe comparecer este sábado ante el juez, mientras continúan las protestas por el accidente que dejó al menos 57 muertos.
El hombre de 59 años, jefe de la estación de Lárisa (centro), admitió la responsabilidad por el choque del martes entre un tren de pasajeros y un convoy de mercancías, que durante varios kilómetros circularon por la misma vía en la línea Atenas-Tesalónica.
El jefe de la estación fue acusado de homicidio culposo y se expone a cadena perpetua si es condenado.
Su abogado, Stefanos Pantzartzidis, dijo el jueves que, aunque su cliente asumiera parte de la responsabilidad, existieron otros factores.
“Mi cliente ha asumido su parte de responsabilidad. Pero no hay que concentrarse en un árbol cuando detrás hay un bosque”, defendió.
La televisión estatal ERT indicó que el jefe de estación había sido nombrado hace apenas 40 días y pasó una formación de solo tres meses.
El primer ministro Kyriakos Mitsotakis atribuyó el desastre a un “trágico error humano”, pero muchos en las manifestaciones ocurridas en Atenas, Tesalónica y otras ciudades ven la culpa en las autoridades.
“Lo que pasó no fue un accidente, fue un crimen”, dijo Sofía Hatzopoulou, estudiante de 23 años de Filosofía en Tesalónica. “No podemos contemplar que ocurre todo esto y quedarnos indiferentes”, agregó.
– “¡Asesinos!” –
Miles de personas se congregaron el viernes frente a la sede en Atenas del gestor ferroviario Hellenic Train, para protestar por décadas sin mejoras en la seguridad en las vías.
“¡Asesinos!”, gritaba la multitud. Un grupo de manifestantes escribió con pintura roja la misma palabra en la fachada del edificio.
Por la noche, una nueva protesta en el centro de la capital con 3.000 personas terminó con enfrentamientos entre manifestantes y policía, que empleó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra un grupo que lanzaba piedras y prendió fuego a papeleras.
También hubo miles de manifestantes en Tesalónica y protestas más reducidas en Lárisa o Patra, según la policía.
El domingo está prevista una nueva movilización a las 11H00 locales (09H00 GMT) en la plaza Syntagma de Atenas, frente al Parlamento.
Además, el servicio de tren en Grecia está paralizado desde el jueves por una huelga de sus trabajadores que entienden que la mala gestión de las sucesivas administraciones contribuyó a la colisión.
La protesta continuó el viernes y debe seguir durante otras 48 horas.
Los sindicatos aseguran que los problemas de seguridad en la línea entre Atenas y Tesalónica se conocían desde hace años.
Una fuente judicial indicó que las pesquisas buscan depurar posibles responsabilidades penales contra varios directivos de Hellenic Train, propiedad de la sociedad pública italiana Ferrovie Dello Stato Italiane (FS).
La policía incautó archivos de audio y otros objetos durante una redada a la estación de tren en Lárisa, la ciudad más cercana al lugar del suceso, indicó esta fuente.
Durante décadas, la red ferroviaria de 2.552 kilómetros de Grecia se ha visto lastrada por la mala administración, un pobre mantenimiento y un equipamiento obsoleto.
Después de la renuncia del ministro de Transportes el miércoles después del accidente, su sustituto Giorgos Gerapetritis abogó por “una evaluación completa del sistema político y del Estado”.
Los sistemas de seguridad en la línea accidentada todavía no están completamente automatizados cinco años después de la privatización del operador estatal TrainOSE y su venta a la firma italiana, que la renombró como Hellenic Train.