Lun. Nov 18th, 2024


Primer nivel. Más importante que tener centros súper especializados, lo fundamental es tener un buen nivel de atención primaria de la salud.

  • José Arguedas Quesada,  médico cirujano, especialista en Medicina Interna, explica los daños que están provocando en la salud los estilos de vida.

Doris Pantaleón

Santo Domingo

Las cifras indican que la frecuencia de las enfermedades cardiacas y renales seguirá aumentando como consecuencia del mal estilo de vida que lleva la población, por lo que es fundamental que los sistemas de salud se enfoquen en una buena cobertura de atención primaria, que permita la detección y tratamiento temprano e integral.

Así lo afirma el doctor José Arguedas Quesada,  médico cirujano, especialista en Medicina Interna, quien alerta sobre las expectativas que se tienen en estos momentos con los jóvenes, adolescentes y niños no es buena.

“Sus estilos de vida no son los más adecuados, por tanto, empiezan a alterar factores desde etapas tempranas y en los próximos 20, 30, 40 años las cosas serán todavía peor y nos pasarán factura más temprano que tarde”, señaló el especialista.

Dijo que esas diversas complicaciones que suelen coexistir con mucha frecuencia en el mismo paciente, como (obesidad, hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia, enfermedad renal crónica, falla cardíaca, infarto de miocardio), son materia de médicos especialistas y son tributarias de ser tratadas en centros de atención médica especializada, pero la idea es que no lleguen a esas complicaciones.

El doctor Arguedas Quesada respondió preguntas para Listín Diario tras participar  en la Cumbre de Enfermedad Renal Crónica, realizada recientemente en Bogotá – Colombia.

En su opinión, más importante que tener centros súper especializados, lo fundamental es tener un buen nivel de atención primaria de la salud, que permita detectar a estos pacientes tempranamente, cuando están asintomáticos, porque hay muchos casos que se pueden prevenir, si estos pacientes se detectan a tiempo y se tratan de manera adecuada.

Las cifras indican que la frecuencia de estas enfermedades seguirá aumentando, pero lo que es peor es que las expectativas que tenemos en estos momentos con los jóvenes, adolescentes y niños no es buena, porque sus estilos de vida no son los más adecuados, por tanto, empiezan a alterar factores desde etapas tempranas y en los próximos 20, 30, 40 años las cosas serán todavía peor y nos pasarán factura más temprano que tarde.

“El mejor abordaje es ver al paciente de forma integral, no por partes y que todos los especialistas ayuden a conseguir los objetivos de tratamiento, de una manera coordinada. Creo que esa es la palabra clave de abordaje, coordinar esfuerzos para que todos avancemos hacia misma la meta”, dijo.

Otras razones, que en su opinión influyen al incremento de las enfermedades cardiovasculares, la tendencia mundial de la población es a envejecer y que muchos pacientes que sobreviven a un infarto años después presentan estas complicaciones.

Señaló que lastimosamente las tasas de sobrepeso han incrementado sustancialmente desde la infancia, la incidencia de diabetes y los trastornos de lípidos se ven también en edades mucho más jóvenes, entonces es un panorama que se ha complicado.

Recomendaciones

“Creo que esto requiere cambios a distintos niveles, los sistemas de salud tienen que reestructurar algunos casos, pero no se gana nada si a nivel poblacional tampoco hay consciencia”, apuntó el experto.