Dom. Nov 10th, 2024


El intérprete relató en vida que en una época se sentía avergonzado de ser bachatero porque era una música considerada “de cabaret, de guardia y de mujeres alegres”

  • El legendario bachatero Blas Durán murió la madugada del martes 28 de marzo de 2023. 

Ynmaculada Cruz Hierro

Santo Domingo, RD

A Blas Durán le daba vergüenza ser bachatero porque el género que interpretaba era una afrenta para una parte de la sociedad en las últimas décadas del siglo XX, ya que se le consideraba música de cabaret, de guardia y de “mujeres alegres”, por lo que fue objeto de la burla de mucha gente. Sin embargo, fue un visionario del ritmo, al que introdujo nuevos instrumentos, con letras pícaras y de fuerte doble sentido que lo llevaron a una pegada inmediata.

El icónico bachatero, quien falleció la madrugada del martes, a la edad de 82 años, fue mentor de Luis Vargas, y abrió el camino para que la nueva bachata lograra ser difundida por la radio y televisión nacional, dejando así un camino más seguro para lo que vendría de la mano de Anthony Santos, Raulín Rodríguez, Frank Reyes, Yoskar Sarante, Joe Veras, Elvis Martínez y demás intérpretes del género.

Nació en el campo Las Colmenas, del municipio de Nagua, en la provincia María Trinidad Sánchez. Fue el único varón entre sus siete hermanas.

Desde pequeño cuando tenía que trabajar la tierra, con machete en mano y en medio de la plantación de cacao, siempre se detenía a cantar bachata y soñaba con ser un gran artista.

Blas Durán fue de los últimos intérpretes de la primera generación de la bachata que conoció y compartió con los primeros cantantes del ritmo. Sin doblez afirmaba que la bachata nació en Puerto Rico en 1959 de la mano de José Antonio Salamán y José Miguel Class “El Gallito de Manatí”.

“Ante de que el dominicano José Manuel Calderón cantara bachata, en 1962, ya sonaba en Puerto Rico en 1959”, aseguró en una entrevista ofrecida a la periodista Colombia Alcántara.

A los 12 años de edad Blas Durán llegó a la capital en busca de conquistar su sueño, pero antes realizó varios oficios hasta que su primo Edilio Paredes lo introdujo a los estudios de grabación.  Allí conoció y grabó los coros de muchos artistas entre ellos a Johnny Ventura, El Cieguito de Nagua y Tatico Henríquez.

Para la época la bachata era un ritmo marginal, pero el joven Blas Durán seguía viendo a los primeros intérpretes como José Manuel Calderón, Rafaelito Encarnación, Inocencio Cruz, como su norte a seguir.

Además para él era más fácil grabar bachata pues solo necesitaba de algunos instrumentos, como guitarra, maraca y bongó.

Para 1969 grabó su primer tema “Clavelito” y por medio a ello conoce al disquero Bienvenido Rodríguez, con quien trabaja por un buen tiempo vendiendo discos, así logra grabar su primer álbum bajo el sello Karen Records.

Durante sus primeros años Blas Durán pasa a grabar con diferentes casas discográficas logrando conectar con los amantes de la bachata, un público aún reducido. 

Aunque había grabado una gran cantidad de bachatas, Blas Durán sentía vergüenza por las burlas que era objeto ese género musical y sus intérpretes. “No podía ir a ningún lado porque la gente se reía y de una vez me etiquetaban como cabaretero”.

Es por eso que incursiona en el merengue con Aníbal Bravo, quien comandaba La Típica Dominicana.

“Entonces cuando se burlaban de mí porque era bachatero, yo los invitaba a que me fueran a ver cantando con Aníbal Bravo”, recordaba.

Para 1980 ya tenía un buen repertorio y se había presentado por varios estados de Estados Unidos, pero seguía sintiendo que el ritmo se estancaba.

Por eso en 1985 introduce algunos cambios agregándole a la bachata nuevos instrumentos como la güira, guitarra eléctrica, percusión, trombón, sintetizador y piano.

Blas Durán es el primer bachatero que combina merengue al estilo de la bachata, en lo que se denomina “bacharengue”.

También graba temas con un fuerte doble sentido como “La arepa”, “El conejo de la vecina”, “El tronillo”, “El hueso” y “El salón de belleza”, entre otros.

Además popularizó la frase: “Mujeres jembras llegó Blas Durán y sus peluche”. El nuevo estilo llamó la atención de un nuevo público, a pesar que su música no sonaba en radio ni televisión nacional Blas Durán se convirtió en un fenómeno musical.

Con el cambio el cantante encontró un nuevo nicho para la bachata, logró otro estatus económico, adquiriendo  varias viviendas y logrando buenos ahorros.

Mientras, la prensa fue implacable con su trabajo. Conversando con Colombia Alcántara recordó una dura crítica que le hizo el periodista Carlos Batista.

Sobre el particular, dijo que guardaba todos los recortes de periódicos, pero nunca guardó rencor.

También recordó con orgullo cómo en una entrevista que le hiciera Mundito Espinal a Juan Luis Guerra, este dijo que no se negaba a grabar con Blas Durán solo que tendría que ver las letras que cantarían.

Blas Durán se dio a conocer como “Blas Durán y los Peluches”, nombre que sugirió su güirero también se le conocía como “El Toro”, nombre que le dio Anthony Ríos, pues decía que era un fajador ya que hacía bachata y merengue.

Blas Durán se sentía orgulloso pues nunca tuvo vicios de ningún tipo, solo le gustaba el buen whisky. “A veces me ponía nervioso cuando en las presentaciones veía mucha gente y me daba mis traguitos de whisky”.

Una de las debilidades de Blas Durán eran las mujeres, llegando a procrear 12 hijos con siete mujeres.

Con los años, el artista se convirtió, perteneciendo a la religión evangélica. Se definió como un hombre humilde, sencillo y agradable.

Su relación con Dios inició cuando atravesó por una grave situación de salud y fue diagnosticado con la enfermedad de Parkison.

En ese entonces le pidió a Dios que le mostrara su poder y que me quitara los temblores del brazo derecho,  cuenta que a las tres semanas ya no temblaba y entendió que Dios le había respondido.

En 1990 entra a la televisión como productor y dueño del programa de humor “Noticiario Desinformativo”, que se transmitía por el canal 6, ahora Telemicro, canal 5.

Blas Durán dejó grabadas decenas canciones de las más populares fueron “Qué se cree Juanita”, “El total”, “Dominicano soy”, “Es una ladrona”, “La quiero un millón”, “Llegó tu motorista”, “Qué bien lo hiciste”, “El chinero”, “Pelando pa’ que otro chupe”, “Con to’ y pluma”, “Dónde están esos amores”.