Los desalojos realizados hace diez días en el sector Marañón, Villa Mella, mantienen a 250 familias durmiendo en plena calle solo protegidos por lonas improvisadas para protegerse de las inclemencias del tiempo.
Para comer, las familias han improvisado un fogón comunitario donde cocinan los alimentos que consiguen y los comparten entre todos.
Las casas fueron destruidas por utilizando retroexcavadoras que eran protegidas por decenas de policías asistidos por civiles encapuchados que infundieron el terror a ancianos, mujeres y niños.
El miércoles 19 de este mes fue un día trágico para el sector porque desde las 5:00 de la mañana fueron despertados por la acción destructiva de sus casas, las agresiones verbales y físicas, según relató Pelagio Matías.
“Ese día, a las 5:00 de la mañana, la comunidad parecía Ucrania y Rusia en guerra. Las madres corriendo por el monte para poder proteger a nuestros hijos. Eso daba pena”, explicó Matías.
Reporteros de Listín Diario visitaron ayer la demarcación y observaron a cientos de familias tiradas en colchones colocados debajo de una carpa en la calle y cocinaban, en un solo caldero, comida para compartirla entre los pobladores.
Los afectados indicaron que en el día se dirigen a las casas de sus familiares para recibir apoyo y saludar a sus hijos, debido a que no están residiendo con ellos por la situación, y en la noche regresan para asistirse en lo posible.
“Los niños están viviendo con nuestros hermanos y familiares, después que esa gente vinieron nosotros tenemos mucho miedo de que les pase algo”, expresó Pablo, otro afectado.
Además, planteó que los infantes quedaron traumatizados luego de las injusticias y requieren de asistencia psicológica.
“Esos niños se despiertan de madrugada asustados, solamente diciendo ahí vienen los encapuchados. Necesitaran asistencia”, manifestó Pablo.
Seres humanos heridos, familias con casas demolidas por completo. Sin embargo, al momento en que los desalojadores intentaron demoler la iglesia “De Jesús”, el camión mecánico se detuvo por completo.
“Cuando ellos intentaron meterse con Dios, ahí mismo se acabó todo. Dios nos ayudará a resolver esta situación”, afirmó Matías.
Hablando en representación de las víctimas, Matías comunicó que el barrio Marañón tiene más de 20 años existiendo y en ese tiempo no había sucedido nada peligroso.
Responsables
La vecindad del sector señaló a la señora Rita Virginia Jiménez, quien reclama los terrenos debido a que, según alega, son suyos.
Matías declaró que un coronel, identificado por los moradores como “De los Santos”, fue la persona que ejecutó el desalojo.
“Esos policías tienen una banda de delincuentes para hacer todo lo malo, De los Santos es quien nos ha amenazado y continúa haciéndolo”, denunció Matías.
Admitió que a pesar de que residen en el territorio por más de 20 años, hasta el momento ellos no tienen títulos de propiedad.
No obstante, acotó que Tomas Hernández Alberto, fungiendo como director del Instituto Agrario Dominicano (IAD) en el año 2003, habilitó las parcelas y permitió el asentamiento.
“Si a nosotros nos notifican, hubiese sido muy diferente. Ella mandó a ese coronel, a pesar de que le negaron el permiso en el ayuntamiento para desalojarnos”, aseveró Matías.
Puntualizó que los malhechores no han vuelto a la comunidad debido a que el senador Antonio Taveras está a cargo del caso. Sin embargo, De Los Santos ha amenazado con “atacar de nuevo”.
“Si no es por el senador, no queda una sola casa. El, con sus abogados está manejando el caso en los tribunales y viendo cómo pueden ayudarnos”, apuntó Matías.
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