Mié. Oct 30th, 2024

Los rovers actuales que están en Marte, como el Curiosity o el Perseverance, sólo pueden recoger muestras de la superficie.

Una réplica del rover Rosalind Franklin.ESA.

RFIParís, Francia

Entre las diversas misiones al espacio, la Agencia Espacial Europea (ESA) desarrolla el ambicioso proyecto ExoMars con el objetivo de buscar rastros de vida pasada en Marte. 

Sobresale el rover Rosalind Franklin concebido para esta misión, un vehículo capaz de perforar la superficie marciana a dos metros de profundidad. La Covid y la invasión rusa a Ucrania han hecho posponer su lanzamiento para el 2028.

Se llama ExoMars por “Exobiology on Mars”, una misión de astrobiología con el objetivo de buscar vida en Marte.

La misión se compone de dos etapas diferenciadas y es un proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA). Recientemente, el director francés François Pomès National Geographic realizó un documental sobre esta misión y las peripecias que ha tenido a lo largo de su historia.

Jorge Vago, el responsable científico de esta misión explicó a RFI los puntos fuertes de esta misión:

Durante un tiempo contó con la colaboración de la agencia espacial rusa, Roscosmos, pero después de la invasión rusa a Ucrania, la ESA canceló dicha participación y su lanzamiento previsto en el 2022 tuvo que ser pospuesto.

Hace unos meses se anunció un acuerdo de colaboración con la NASA y se ha replanificado el lanzamiento de la sonda para el 2028.

Entre los puntos fuertes de esta misión está el rover concebido para esta misión, el Rosalind Franklin, llamado así en honor de la científica británica.

Un vehículo de seis ruedas que cuenta con un taladro capaz de perforar y tomar muestras a dos metros de profundidad de la superficie marciana.

Los rovers actuales que están en Marte, como el Curiosity o el Perseverance, sólo pueden recoger muestras de la superficie.

Como Marte no tiene movimientos tectónicos como la tierra, a dos metros de profundidad se pueden encontrar elementos muy antiguos. El objetivo es buscar rastros de vida pasada como fósiles de microorganismos o de otros materiales que pudieran expresar una forma arcaica de vida.

Otro punto importante de esta misión es el lugar que la ESA ha escogido para aterrizar, el Oxia Planum, considerado un lugar con un alto potencial para encontrar dichos rastros de vida, pues millones de años antes era un océano marciano.

El lanzamiento de esta misión se ha reprogramado para el 2028.