Jue. Abr 25th, 2024
El obispo Faustino Burgos ofició una misa en el Cementerio Puerta del Cielo, en honor las madres que han partido.

Santo Domingo, RD

Mientras unos hacen planes para celebrar al ser que los vio nacer, para otros el Día de las Madres ya no existe o ha perdido sentido con la ausencia de su ser más preciado, como es el caso de Alin Cuello, quien este domingo recordó a su madre a un mes y cuatro días de su partida desde su última morada en el Cementerio Cristo Redentor.

Con una expresión afligida y de evidente dolor, el joven contó cómo ha sido este primer día de las madres con la ausencia de su progenitora, mientras pintaba de blanco la tumba y reflexionaba en lo difícil que fue ver llegar este día.

“Es difícil, un día que uno nunca quisiera que llegue, que el reloj no marque las horas cuando dieron las 12:00 para que no pase este día”, contaba el joven con la voz entrecortada.

“En vida hay que darle lo que uno le pueda dar, que no sea tormento, adorarla, respetarla, para cuando llegue este momento tú no tener arrepentimiento”, continuaba reflexionando Alin, quien tiene en su brazo tatuado “Dios y mi madre”.

A pesar de que Alin no es el único hijo de Minerva Cuello, era quien vivía con ella, por lo que este domingo fue “difícil” ver el transcurrir de las horas recordando lo que en años anteriores significaba el día de las madres, cuando iba a almorzar con su madre y su hija.

“Al que la tiene que la aproveche, mira van a ser las 12:00, nosotros hubiéramos estado comiendo, ella, yo y mi niña y no esperaba este día, yo me iba los domingos también con ella a comer”, contó.

Alin aprovechó la oportunidad para exhortar a aquellos que aún tienen la oportunidad de celebrar y no lamentar la pérdida de sus madres a demostrarles afecto en vida y regalarles flores, ya que “eso es lo máximo que uno tiene en esta vida”.

Asistencia

Desde tempranas horas de la mañana, tanto en el cementerio Cristo Redentor, como en el Cementerio Nacional, ubicado en la avenida Máximo Gómez, se observó una gran cantidad de personas con rosas y velones hacia la última morada de quien para muchos ha sido el “ser más importante de su vida”.

Ambos panteones eran custodiados por agentes de tránsito y de la Policía Municipal a fin de brindar seguridad a los dolientes, así como personal de servicios públicos de la Alcaldía del Distrito Nacional, los cuales velaban por la recogida de basura y cuidado del espacio.

Asimismo, las personas eran recibidas en la entrada por la Funeraria Blandino, quienes otorgaban velones blancos a los que se acercaban y a las 10:00 de la mañana tenían pautada una elevación de globos blancos con motivo de las madres.