Vie. Abr 19th, 2024

Las demarcaciones en zozobra por estos grupos delictivos son Barrio Lindo, Placer Bonito, Barrio Blanco, Barrio México y Restauración.

Los vecinos de los barrios petromacorisanos dicen que deben resguardarse temprano en sus hogares. JORGE_MARTINEZ

Las pandillas vuelven a disparar las alarmas en el país. En esta ocasión las conforman menores de edad, según versiones de comunitarios y derivan de distintos sectores de la provincia San Pedro de Macorís, donde se ha protagonizado una de las tragedias más recientes de esta semana: José Manuel Cedano, de 19 años, cercenó la mano izquierda de un estudiante menor de edad el pasado miércoles 7, cuando había salido del Liceo José Joaquín Pérez.

Las demarcaciones en zozobra por estos grupos delictivos son Barrio Lindo, Placer Bonito, Barrio Blanco, Barrio México y Restauración, según ha especificado un comunitario del sector Restauración, quien ha preferido el anonimato por miedo a ser identificado.

De este último barrio proviene el agresor José Manuel Cedano, de alias “Manguito”, quien fue apresado alrededor de las 11:30 de la mañana de ayer por las autoridades policiales de San Pedro de Macorís, luego de haber sido entregado por un comunicador de esta provincia, una comisión de moradores, así como su madre, Gissel Cedano Williams, y su tía, Yaneiris Cedano.

Allí, la delincuencia ha provocado una intranquilidad constante entre sus residentes y, de momento, el temor lo han sentido “a flor de piel”. Los motivos son claros: las supuestas pandillas se han adueñado de las calles de Restauración y de las demás localidades, al tiempo que la inseguridad ha aumentado cada vez más.

Así lo han confirmado distintos comunitarios de Restauración. “Nadie quiere salir después de las 9:00 de la noche. Es a cada rato un juidero o un enfrentamiento de bandas”, indicó un residente, quien también pidió mantenerse en el anonimato. “Nadie puede sentarse al frente de su casa en la noche”, señaló.

Una mujer acude a poner una querella en un cuartel de la Policía.
Una mujer acude a poner una querella en un cuartel de la Policía. JORGE MARTÍNEZ

De acuerdo con esta persona, los grupos criminales merodean la zona portando armas de fuego y blancas, una situación que la ha calificado como “terrible”.

La seguridad no existe, según él y otros vecinos. “No nos sentimos seguros porque en cualquier momento te atracan”, denunció Pedro Ozuna, quien vive en Restauración. “Si existiera seguridad, no estaría pasando lo que pasa”, precisó otro vecino.

Para estos comunitarios el patrullaje policial también ha estado ausente, salvo el pasado jueves 8, cuando un alto despliegue de uniformados recorrió las calles de algunos sectores, luego de producirse el incidente en que “Manguito” cortó la mano con un machete al estudiante.

El momento de la captura del agresor

José Manuel Cedano fue entregado en el despacho del director Regional Sureste de la Policía Nacional, el general de brigada Orison Olivense Minaya, quien estuvo acompañado del subdirector regional de investigaciones (Dicrim), el coronel Eulogio Payano Adames y otras autoridades. Allí, además, estuvo presente la fiscal Katherin Vallejo Herrera, en representación del ministerio público.

La información del apresamiento de “Manguito”, de 19 años, había sido confirmada ante las cámaras de LISTÍN DIARIO por la sargento Anyelina García Gómez, portavoz de esa Dirección.

Durante la entrega, la madre del atacante se desplomó llorando ante sus piernas, mientras que él, por su parte, no se contuvo y también comenzó a lamentarse por lo sucedido.

De acuerdo con la oficial, el documento de identidad del agresor detalla que nació el 29 de diciembre del 2004.

Prisión preventiva

El ministerio público informó horas después de la retención de “Manguito”, que solicitarán al Juzgado de Atención Permanente de San Pedro de Macorís la imposición de 18 meses de prisión preventiva como medida de coerción, tras haber sido acusado de cercenar la mano izquierda al adolescente.

El órgano acusador ha adelantado que también solicitará que el proceso sea declarado de tramitación compleja por “la multiplicidad de personas involucradas en el hecho”.

Además, otras personas, que supuestamente están vinculadas al caso, son perseguidas por la Policía Nacional.