“Jamás me imaginé que poco tiempo después se convertiría en mi profesor de Expresionismo en la ENAD y, más tarde, mi compañero de batallas y alegrías teatrales en el grupo Nuevo Teatro”, manifestó María Castillo
Pericles Mejía tenía 16 años cuando entró a estudiar arte dramático en Bellas Artes (1960) y ocho años después se trasladó a Francia a formarse en teatro y artes visuales, áreas artísticas a las que dedicó gran parte de sus 79 años de vida que ayer culminaron en la Tierra.
“Se fue una parte importante de mi vida! mi padre Pericles Mejía le toca descansar y a mi esperar para verlo y estar con el cuando Dios lo disponga. Todo lo que hoy soy! a todo lo que me entregó a lo largo de su vida”, comunicó el lunes su hijo Marc Mejía.
El actor, productor y director teatral, que el próximo 4 de diciembre habría cumplido 80 años, dejó su huella en el teatro y el cine dominicano.
En una de sus últimas entrevistas, este año, con el periódico El Día, dijo que le gustaría que le recuerden “como un hombre sencillo, que vivió sin grandezas y aceptó los triunfos que entendía se ganó”.
La veterana actriz María Castillo recordó ayer que cuando regresó de estudiar en Francia vivían en la misma calle, la Espaillat, en el sector capitalino Ciudad Nueva.
“Lo veía pasar por mi casa, siendo adolescente, y pensaba que era francés, por su esposa, su boina, camiseta a rayas, suecos y cartera”, expresó.
También se le parecía al mimo Marcel Marceau, contó María, por su delgada figura y las facciones de su rostro.
“Jamás me imaginé que poco tiempo después se convertiría en mi profesor de Expresionismo en la ENAD y, más tarde, mi compañero de batallas y alegrías teatrales en el grupo Nuevo Teatro. El resto fue el cine”, manifestó María Castillo.
UN MAESTRO
Además de actor, Pericles Mejía también será recordado por haber dejado en las aulas sus conocimientos, en la enseñanza de las artes.
Su experiencia en las aulas inició en el período 1972-1975 cuando trabajó como profesor de Teatro en la Escuela Nacional de Arte Escénico, Bellas Artes.
Entre 2002-2005 fue subdirector de la Cinemateca Nacional Dominicana y profesor de guion y actuación para cine y televisión de la Escuela Nacional de Arte Dramático, donde fue profesor y autor del “Manual del Cineasta” para estudiantes de cine.
También fue realizador de talleres de formación cinematográfica para la Universidad Católica Santo Domingo y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
DEBUT EN EL CINE
Su primera aparición en el cine fue en la película “Sorcerer” de William Friedkin como asistente de producción (1976).
Cuando llega la década del 80 tiene una vasta presencia como productor y en parte técnica.
En 1980 realiza el cortometraje “La Santería” con el pintor Jorge Severino y otros cortos en 16mm con Silvano Lora (Sandino, 1980; Nicaragua 1981).
Fue editor y diseñador de sonido de la legendaria cinta “Pasaje de Ida”, de Agliberto Meléndez, en 1984. Tres años después produce “L’homme sur les Quais” de Raoul Peck.
También en 1987 filma el cortometraje en 16mm. “La Ruta” con Silvano Lora y José Luis Sáez, “Carnaval” y “Navidades dominicanas”, están entre otros cortos que filmó.
Su biografía registra que como camarógrafo, productor y director, entre 1989 y 1996, realizó más de 250 comerciales en cine y video, 12 documentales industriales y seis documentales etnológicos.
Mejía dirigió, en 1996, “Cuatro hombres y ataúd” y “La ruta de libertad”. Posee varios guiones cinematográficos: “La gran carrera de Arsenio” “Los tres que echaron a Pedro en el pozo”, “Baseball” y “La boda de rosa”.
Trabajó en la “La Fiesta del Chivo”, de Luis Llosa; “Las Luciérnagas”, de Roberto Minervini y “Código 666”, de Elías Acosta y “Lilís”, de Jimmy Sierra.
DGCINE DESTACA SU OBRA
El lunes, la Dirección General de Cine ponderó su obra: “Su contribución al cine dominicano ha sido invaluable y su legado perdurará por siempre en nuestras pantallas y en nuestros corazones”.
Para la DGCINE, Mejía “dejó una huella imborrable con su trabajo en la dirección y producción de numerosas películas qeu han tocado los corazones de muchas generaciones. Su pasión por el cine inspiró a todos nosotros y su ausencia se sentirá profundamente”.
Por igual, la Academia Dominicana de Periodistas de Arte y Espectáculos (Adopae) lamentó el fallecimiento del laureado actor y escritor
“El arte nacional está de luto, nos unimos al dolor de la familia @marcmejia. Paz a su alma, gracias por su huella en el cine, teatro y como escritor”, indica Adopae.
“La Celestina” “La boda”, “Un héroe más para la mitología”, “La ópera de tres centavos” y “Las sillas” fueron algunas de las obras de teatro en las que actuó Mejía.
En 1978 fue director del departamento de Audiovisual del Museo de Historia Natural. En 1979 funda la Cinemateca Kircher al igual que, en ese mismo año, es miembro fundador de la Cinemateca Nacional.
Fue crítico de cine de 1978 a 1980 en los periódicos La Noticia, El Sol y El Nuevo Diario.
Fue miembro del Consejo del Festival Internacional de Cine de Santo Domingo hasta el año 2002 y dirigió “spots” de cine y video para la empresa productora “MM Digital”.