Entre las ventajas de esta herramienta señalan el descongestionamiento de los tribunales, la eliminación de la mora, simplificación de los procesos, ahorro de tiempo, y optimización de los recursos humanos.
La aplicación de la Inteligencia Artificial en la justicia, principalmente en la constitucional, presenta ventajas, riesgos y retos.
En esto coinciden Paul Enriquez Franco Zamora, presidente del Tribunal Constitucional de Bolivia, Eduardo Andrés Velandia Canosa, presidente de la Asociación Mundial de Justicia Constitucional (AMJC), y el jurista constitucionalista, Namphi Rodriguez, secretario general del capítulo dominicano de la AMJC.
Entre las ventajas que visualizan están el descongestionamiento de los tribunales, la eliminación de la mora, simplificación de los procesos, ahorro de tiempo y optimización de los recursos humanos.
Pero al mismo tiempo identifican riesgos en las herramientas de IA, aunque consideran que son similares a la Inteligencia Humana, como la suplantación de identidad, estafas, manipulación de la información, falsedades de documentos y violaciones de derechos.
Los constitucionalistas expusieron también las experiencias y avances de sus respetivos países en el uso de la tecnología, a través de la Inteligencia Artificial, así como en el proceso de virtualidad, que se aceleró después de la pandemia de Covid-19.
Los expertos de Colombia, Bolivia y República Dominicana participaron en el Desayuno en el que respondieron inquietudes de su director Miguel Franjul, y de la periodista Wanda Méndez.
Velandia Canosa percibe la Inteligencia Artificial como el futuro en el ámbito judicial, entre ellos el constitucional. Señala que los abogados tienen que seguir estudiando, debido a que el que tenga más conocimiento es que va a ocupar el mercado.
Sostuvo que se está en un período de concientización, de que los abogados y jueces entiendan que la IA es una buena herramienta, porque es creada por los humanos y hará lo que se le diga y ella misma va reforzando sus conocimientos.
“Tenemos que estar conscientes de que ese es el futuro”, expresó.
Observa que hoy todo gira alrededor del ChatGPT (chat de IA), el cual, acotó, ha demostrado que la IA puede estar en poder de cualquier persona.
Expone que antes existía, pero que era un tema medio secreto, porque solo la NASA y los grandes millonarios tenían acceso. Empero, indicó que hoy se ha vuelto un tema asequible a cualquier persona y ChatGPT hace cualquier cosa.
Sostiene que esa herramienta tiene los mismos problemas que la inteligencia humana.
“Hay equivocación como nos equivocamos los humanos. Que la inteligencia artificial alucina?, es cierto, por eso los seres humanos tenemos que estar ahí controlando. Tiene los mismos riesgos que con la Inteligencia Humana, igualitos”, señaló.
Explicó que la IA se convertirá en una herramienta que pasará a predecir a partir de las preguntas que se le formulen.
Explicó que ahí radica la importancia de la IH, ya que si no le sabemos preguntar a la IA no sirve de nada, o se tendrán resultados negativos.
“Va a depender de qué le demos, cómo eduquemos esa máquina, los profesores tal vez ya no vamos a educar a alumnos, vamos a educar máquinas”, expuso Velandia Canosa.
Focalizar información
El jurista Namphi Rodríguez considera que la IA permite localizar información que se necesita para apoyar la toma de decisiones en las oficinas de abogados, a través de recopilación de información almacenada electrónicamente que permite hacer predecible los casos judiciales que son sometidos a escrutinio jurisprudencial por programas de computadoras.
“Los sistemas de inteligencia artificial pueden “aprender” a revisar contratos con eficiencia y rapidez y a organizar recomendaciones a los clientes.”, indicó.
Empero, expuso que el uso de la tecnología y la IA no es nueva en el ejercicio del Derecho, debido a que desde los años 70s y 80s se vienen desarrollando tecnologías de LegalTec en las grandes firmas de abogados.
Simplificación
De su lado, el magistrado Paul Enriquez Franco Zamora, presidente del Tribunal Constitucional de Bolivia, precisó que la IA, al igual que todas las herramientas que son producto de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, tienen dos fines esenciales: la simplificación y reducir el tiempo de trabajo
“A nosotros los seres humanos nos gusta tener más simplicidad en las cosas, porque nos ahorra tiempo para dedicarnos a otras, o nos aminora el tiempo de trabajo, o el esfuerzo que se tenga que desarrollar en un trabajo.”, subrayó.
Expresó que la pandemia de Covid-19 generó un proceso de aceleración, en la que la transformación se dio de manera abrupta, y tuvimos que aprender rápido a usar el zoom y otras tecnologías que nos permiten comunicación en línea, sin necesidad de trasladarnos de un lugar a otro.
Manifestó que tuvimos que adaptarnos, pero resaltó que todas las entidades públicas y privadas que tuvieron esa capacidad de adaptación son las que han sobrevivido, algunas con muchos más méritos que otras.
Ante la inquietud de si podría la inteligencia artificiar juzgar y valorar pruebas en un proceso penal, el presidente del Constitucional de Bolivia cree que es progresivo, y hay que ir paso a paso.
“Ese sistema de revisión de caso que se usa en Colombia, y que emerge de Prometea, que es el sistema de IA que utilizan en Argentina, desarrollado por expertos de la Universidad de Buenos Aires, es un medio de apoyo para la selección de estos casos” explicó.
Sostuvo que es muy fácil hacerlo, ya que se le puede poner toda la información al sistema, como las resoluciones judiciales, para que la IA identifique los patrones comunes que hacen al caso y vayan haciendo clasificaciones, incluso por área.
Afirma que resulta una labor simplificada aplicar la técnica de la predicción judicializada, para dotar al sistema de transparencia, certeza y seguridad jurídica. Acotó que se fallan los casos iguales conforme a los precedentes.
Validación legal
De su lado, Velandia Canosa aclaró que la IA por ahora solo es un mecanismo, ya que no son jueces.
Puntualizó que para que se utilice en el sistema judicial debe tener una validez legal, aprobarla en la constitución y legislaciones, por lo cual plantea se deben hacer reformas jurídicas.
“Podría llegar a pasar, pero la Constitución tendría que decir que una IA podría ser juez y podría ser un paso que empieza como en los tribunales, que las partes se pongan de acuerdo”, apuntó.
Favorece que de usarse en la justicia ordinaria, que sea en primera instancia, para que en la segunda instancia intervenga la inteligencia humana. Acotó que hay casos en los que se puede ir seleccionando.
Considera que la gente prefiere el acceso a las audiencias virtuales, puestas en práctica después de la pandemia de Covid-19.