Una vez alguien gana la Serie Mundial, ningún otro triunfo en béisbol podría quizás ser superior a ese. Pero esa idea no aplica para Ozzie Guillén.
Guillén, de 60 años de edad, se convirtió este año en el único mánager en haber ganado la Serie Mundial, y el campeonato en su liga invernal, pero según sus palabras, este último es el que más le importa.
“Para mí ganar en Venezuela fue más importante que la Serie Mundial porque los Tiburones de la Guaira es el equipo que me vio nacer, he estado con ellos desde los 16 años. La última vez que los dirigí las cosas no salieron como pensamos, pero este año los peloteros hicieron un esfuerzo bastante grande”, sostuvo Guillén.
“Como venezolano es un movimiento diferente, obviamente la Serie Mundial es algo especial, pero para mí fue más especial que los peloteros me dieran la oportunidad de ser campeón en mi país”, añadió el veterano dirigente.
Guillén aclaró que, aunque se siente muy orgulloso de ser campeón en Grandes Ligas, ese gran logro no se compara a ganar frente a su gente que le vio crecer.
“No hay un día que pase sin que yo piense en los Medias Blancas de Chicago y el 2005, ese fue un año especial, pero cuando entonces pienso en que la gente de mi barrio, los que me vieron crecer, estuvieron ahí cuando fuimos campeones, eso hasta me saca las lágrimas”, añadió Ozzie.
Guillén bien podría ser llamado como “el rompe maleficios”, pues bajo su tutela, los Medias Blancas de Chicago lograron ganar la Serie Mundial luego de 88 años, la última vez había sido en el 1917. Pero, Ozzie también hizo lo propio con la Guaira, ciudad que tenía 37 años sin ganar en Venezuela.
“Yo creo que quizás es suerte. No es como que elijo los equipos con rachas perdedoras para dirigirlos, más bien se da la oportunidad, y coincide con un plantel que está preparado para ir al siguiente nivel”, sostuvo Guillén.
La última vez que Venezuela ganó la Serie del Caribe fue en el 2009 cuando celebró en México, siendo representada por los Tigres de Aragua. Desde entonces, el país suramericano lleva 14 años sin ganar, por lo que esta representa otra oportunidad para que Guillén vuelva a romper una larga sequía perdedora.