Sáb. May 18th, 2024
Grandes Clásicos del cine

Jean Renoir fue un guionista, actor y director de cine francés y fue hijo de ese gran artista pintor impresionista Pierre Renoir. Sus películas durante un gran tiempo fueron incomprendidas y desde hace unas décadas atrás, fueron ganando prestigio a través de los años convirtiéndose en un punto de referencia del buen cine. Una de sus películas que es considerada una Obra Maestra del cine es “La Regla del Juego” estrenada en el verano del 1939 par de meses antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

La trama involucra al Marqués de Chesnay, quien pasa un fin de semana en su castillo junto a su esposa, y con ellos un grupo de amigos, compañeros aristócratas y los sirvientes del Marqués que completarán el equipo. Dentro de esos amigos se encuentra André, un aviador que ha conquistado la fama por haber cruzado el Atlántico y está enamorado de Christine la esposa del marqués. A su vez, el marqués mantiene una aventura con una mujer por el cual está dispuesto a dejarla para no perder a su esposa.

Grandes Clásicos del cine
Grandes Clásicos del cine

Como podrán haber notado, “La regla del juego” de Jean Renoir quiere mostrarnos la crisis de la clase burguesa de la sociedad francesa de esos años, el cual estaba caracterizada por una frivolidad y una hipocresía que nos lleva a una trama oscura con tintes de comedia. En una de sus escenas donde existe un juego u obra de teatro cada uno está disfrazado como dicha sociedad lo hacían antes, y es para enseñarnos lo absurdo de estos disfraces, en el cual escondían sus verdaderos sentimientos sin mostrar lo que sus corazones pudieran sentir. Es un juego para retratar con perfección la decadencia de una clase donde la gente se divierte sin importar lo que hay en el mundo porque entienden que son autosuficientes.

Hay que destacar que la servidumbre sigue el juego; ya que la misma impregna esa trivialidad y la banalidad de sus acciones, y que calla ante todo lo que se relaciona con su conducta y con esa clase alta. Es por tal razón que Renoir retrata, cómo los problemas no respetan status sociales y que esos problemas se ajustan a todas las clases ya que ambas comparten sus debilidades. El personaje de Octavio que lo interpreta el mismo Jean Renoir, es un individuo que no es burgués; pero tampoco es de la servidumbre. Es un fracasado; pero posee cultura, y por ende se relaciona con la clase alta. Se encuentra en el centro mismo del juego y se adapta a las circunstancias.

Grandes Clásicos del cine
Grandes Clásicos del cine

Cuando se estrena la película en 1939, la misma fue abucheada y destapó una serie de epítetos en contra suya por esa clase representada en ella. La censura por parte del gobierno francés no se hizo esperar y la crítica cinematográfica acabó con la cinta. Se dice que un espectador intentó quemar un cine en protesta por la exhibición de la película. Al parecer el ser humano reacciona de manera descarnada cuando nos presentan de forma cruda nuestros vicios y nuestras debilidades. Cuando les hacemos un culto a lo banal y a la vida sin sentido, destacando nuestros caprichos sin importarnos los demás, se pueden dar este tipo de actitudes. Esa reacción se relaciona a la debilidad de no poder explicar con razones; nuestros demonios internos por tratar de vivir una vida loca.

Después de finalizada la Segunda Guerra Mundial el grupo de escritores de la revista Cahier du Cinema que luego fueron grandes autores y cineastas representados por André Bazin y Francois Truffaut respectivamente, revalorizaron esta obra profundizando ese retrato de la condición humana y la parte técnica de la película que no deja cabos sueltos en su estructura.

Grandes Clásicos del cine
Grandes Clásicos del cine

Tenemos que resaltar en esta obra, la fluidez de la acción, sus planos generales y la maestría de la dirección de Renoir que, aunque la crítica destrozó con saña esta película en su momento, el tiempo como catalizador, ha puesto en su justa dimensión esta verdadera joya de la cinematografía mundial.