Dom. Nov 17th, 2024

En esta ciudad resulta barato cualquier pasaje, hasta cuatro euros, pocas veces se supervisa que los pasajeros a bordo hayan comprado taquilla, que se hace online o desde máquinas ubicadas en las estaciones.

Las líneas de tranvía del 1 al 16, que circulan en intervalos de 10 minutos en cada estación, llegan desde todas partes de la ciudad hasta el centro y viceversa. NAYELI REYES

Leipzig, Alemania

El transporte público en Alemania, especialmente aquí, en la ciudad de Leipzig, es un estricto y constante ejercicio que combina elementos entrañables como la inversión estatal elevada en medios de calidad que aseguren el confort de los pasajeros, su durabilidad en el tiempo y el cuidado del medio ambiente.

Esto genera una desmesurada confianza ciudadana que limita estrictamente el uso de vehículos privados para desplazarse exclusivamente en tranvías, autobuses, trenes S-Bahn, trenes expresos regionales, trenes regionales o taxis públicos bajo demanda.

No es que tener un carro propio está prohibido, es que, según testimonios, el transporte colectivo funciona tan bien que resulta absolutamente innecesario tener uno privado.

Hasta figuras de alto rango en funciones se mueven por el colectivo en la ciudad, imponiendo un ejemplo para el resto de Europa y ciudades de otros continentes.

RECORRIDOS

Leipzig basa principalmente su sistema en una extensa red de tranvías, con trece líneas que recorren 218 kilómetros de carreteras.

Tiene 61 líneas de autobuses que, como en toda Alemania, tienen precios públicos regulados por la Asociación de Transporte de Alemania Central, o MDV (Mitteldeutscher Verkehrsverbund).

Las líneas de tranvía del 1 al 16, que circulan en intervalos de 10 minutos en cada estación, llegan desde todas partes de la ciudad hasta el centro y viceversa. Mientras tanto, los autobuses urbanos 60 a 91 ofertan rápidas conexiones entre los distritos periféricos de la ciudad y los autobuses regionales conectan Leipzig con sus alrededores.

Leipzig, donde no hay tapones, es promovida desde la Cumbre Internacional de Transporte (ITF), por 66 ministros de transporte a lo largo de todo el mundo, como una ciudad modelo en materia de tránsito y movilidad.

EXPERIENCIAS

Se respetan los horarios de salida y llegada, aunque pueden darse casos fuera de orden en los que se alteran los horarios y se envían avisos exclusivos en alemán. 

Pese a que la gran mayoría de la población los usa, difícilmente los trenes van excesivamente llenos y la práctica del ciclismo es absolutamente tradicional, siendo considerado una de las metodologías más efectivas para llegar a los sitios a los que los rieles no lo hacen.

Al subir los ciudadanos a las cabinas, las comidas, artículos pesados, incluso las propias bicicletas, que en países como República Dominicana en transporte de uso colectivo son prohibidas, en Leipzig les es permitido.