“Saber que tantas persona me quieren, valoran y aman mi música, es algo que Dios me bendijo con ello. Soy privilegiado por la 🇩🇴 , mi familia y mi adorada bachata”, afirma
Luis Segura “El Añoñaito” de la bachata y denominado el “papá” del género dominicano, cumple este viernes 85 años de edad.
“Con alegría hoy celebro un día más de vida y agradezco a Dios por su amor y misericordia en este camino recorrido”, comentó el veterano bachatero en su Instagram.
Luego agregó: “Saber que tantas persona me quieren, valoran y aman mi música, es algo que Dios me bendijo con ello. Soy privilegiado por la 🇩🇴, mi familia y mi adorada bachata. Dios, gracias por tanto”.
Este destacado músico es oriundo de Mao, provincia Valverde, y desde muy pequeño se sintió atraído por la música debido a que su padre, Victoriano Valenzuela, era un acordeonista y su hermano era guitarrista, y tras verse en ese ambiente musical nació su pasión por las guitarras.
Segura fue criado en el seno de una familia humilde junto a su madre Josefa Segura, quien era la cabeza del hogar y sus hermanos.
Luisito Segura, como le suelen llamar, contó que su primera guitarra fue hecha de neumáticos de vehículos, la cual era su entretenimiento cuando llegaba de la escuela. Poco tiempo después, pudo adquirir una guitarra real.
Tras esto, se fue inclinando por la bachata porque le gustaba el género musical. Sin embargo, su madre se oponía a que se integrara a ese tipo de música, ya que, en ese momento, la bachata estaba adjudicada a personas que consumían alcohol y de fiestas.
En su carrera, Luis también aprendió a tocar güira, tambora, maracas y otros instrumentos de cuerda.
Sus inspiraciones en la música fueron los cantantes Julio Jaramillo y El Jibarito de Lares.
A los 18 años, en compañía de sus familiares, se mudó a Santo Domingo, donde consiguió su primer trabajo en la Escuela de Arte y Oficio y se dedicaba a tocar “de barra en barra”.
Su primer tema “Cariñito de mi vida”, en 1964, nace a raíz del desprecio de una jovencita a quien solía llamar de esa forma, no obstante, ésta lo rechazaba.
La canción en bachata fue grabada con la ayuda de un señor propietario de una tienda de discos llamado Juan Linares, quien fue el inversionista económico.
“Y después que yo grabé Cariñito de mi Vida, las muchachas no me despreciaban, me querían comer vivo”, narró el cantautor.
Aunque admite, el tema tardó en popularizarse, ya que las emisoras no solían difundir ese tipo de música.
“El Añoñaito”, como se le conoce, vivió en carne propia la discriminación de la bachata, pues las personas le exhortaban incursionar en otros ritmos debido a la “mala fama” que gozaba ese género musical.
Parte de la población criticaba la bachata, caracterizándola como música que escuchaba la gente cuando cobraba y salía a tomar en centros de diversión. Sin embargo, él se mantuvo firme hasta lograr ocupar un espacio en el gusto popular.
En 1970, viajó a Estados Unidos, pero la bachata no era popular en el territorio dominicano, por lo que solo realizaba una presentación semanal, según consta en el libro ‘Célebres Músicos Dominicanos’, escrito por Fausto Polanco para la institución de gestión colectivo “Sodaie”.
“Pena por ti”, de 1982, “Que me castigue Dios”, de 1964, y “Siempre te recuerdo a ti”, forman parte de sus 500 composiciones y 300 grabaciones, que lo inscribieron en la historia de la música popular dominicana por la gran popularidad que lograron sin estar en la era digital.
En 2023 fue condecorado con el mayor galardón en el país, el “Gran Soberano 2021”, durante la ceremonia de Premios Soberano 2023, entregado por la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte).
Segura cerró un capítulo importante en su vida musical al lanzar en 2020 cuatro volúmenes de “El Papá de la Bachata, su legado”, una recopilación de 40 de sus grandes éxitos musicales interpretados junto a colegas dominicanos y extranjeros.
Además de la bachata, “El Añoñaíto” ha logrado una gran cosecha familiar como padre ejemplar de seis hijos: Luisa, José Luis, Yoelis, Robinson, Mary y Edward. Desde 1965 está casado con la gran dama Melania Hernández de Segura.