Activistas de ultraderecha se han valido de información errónea sobre el ataque en que murió Alice para utilizarla de pretexto con el fin de convocar a protestas contra los inmigrantes, las cuales desembocaron en disturbios y saqueos cuando turbas atacaron mezquitas, tiendas propiedad de inmigrantes y hoteles que albergaban a solicitantes de asilo.

Pobladores de la localidad inglesa de Southport se congregaron el domingo en el primero de los funerales de tres niñas asesinadas durante una clase de baile que tenía el tema de Taylor Swift, recordando la radiante sonrisa de Alice da Silva Aguiar, de 9 años, y pidiendo el fin de los disturbios que han convulsionado al Reino Unido desde el ataque perpetrado hace dos semanas.

Cientos de dolientes atestaron la iglesia católica de San Patricio, la cual estaba tan llena que muchos fieles se quedaron afuera en la calle. El templo había sido decorado con cintas y globos rosas en honor de Alice. La jefa de policía Serena Kennedy estaba entre los asistentes, y pronunció el mensaje de los padres de que nadie debería cometer actos de violencia en nombre de su hija.

verguenza y lamento

“Me avergüenzo y lamento mucho que hayan tenido que tomar esto en cuenta al planificar el funeral de su hermosa hija, Alice”, dijo Kennedy, que dirige la policía de Merseyside, la cual atiende el área circundante a Liverpool. “Y espero que cualquiera que haya participado en el desorden violento en nuestras calles durante los últimos 13 días incline la cabeza avergonzado por el dolor que le ha causado a ustedes, una familia afligida”.

Activistas de ultraderecha se han valido de información errónea sobre el ataque en que murió Alice para utilizarla de pretexto con el fin de convocar a protestas contra los inmigrantes, las cuales desembocaron en disturbios y saqueos cuando turbas atacaron mezquitas, tiendas propiedad de inmigrantes y hoteles que albergaban a solicitantes de asilo. Los incidentes violentos han sido avivados por usuarios de redes sociales que difundieron información falsa sobre el sospechoso del apuñalamiento del 29 de julio.

Los rumores —que posteriormente fueron desacreditados— se propagaron rápidamente por internet; en ellos se decía que el sospechoso era un solicitante de asilo o un inmigrante musulmán. El agresor nació en Gales y se mudó al área de Southport en 2013. Sus padres eran originarios de Ruanda.