Vie. Nov 1st, 2024

La República Dominicana tiene un sistema de ahorro para pensiones llamado de Cuentas de Capitalización Individual (CCI), e implica que los trabajadores ahorran un porcentaje de su salario mensual en una cuenta a su nombre. Los fondos ahorrados son depositados en cuentas que manejan agentes privados llamados Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP); con los fondos a su nombre es que se paga la pensión futura del trabajador.

El ahorro obligatorio de estos fondos se ha constituido en una fuente importante de generación de riqueza nacional, que casi alcanza el 15% del PIB. Por un lado, los trabajadores están ahorrando para su retiro y estos fondos se invierten y logran unos rendimientos probablemente superiores a los que obtendría un trabajador de manera individual. Por otro lado, los fondos de los trabajadores han permitido cubrir una parte del déficit del Gobierno Central y del Banco Central de la República Dominicana, financiando obras de infraestructura a nivel nacional.

No obstante, el sistema no es perfecto. Estimaciones propias proyectan bajas tasas de reemplazo, es decir, que las pensiones que recibirán los futuros pensionistas serán relativamente bajas respecto al último sueldo devengado antes de la jubilación. Si las futuras pensiones no satisfacen las expectativas de los futuros pensionados, es probable que el Gobierno tenga que buscar recursos fiscales para elevarlas a niveles socialmente más aceptables. Para ello, en el futuro, el Gobierno tendría que aplicar una reforma fiscal que permita recaudar los recursos para suplementar las pensiones del sistema de CCI.

Ese escenario futuro puede mitigarse desde hoy. Hay varios factores que afectan el tamaño de las futuras pensiones: tasa de interés real a la que se invierten los fondos de los trabajadores, tiempo de cotización del trabajador, aporte mensual en relación al salario, costos del sistema, entre otros.

De estos cuatro factores, el que más impacto podría tener es ajustar el tamaño del aporte como proporción del salario. En la actualidad, vía los aportes para la Tesorería de la Seguridad Social (TSS), un trabajador (junto a su empleador) cotiza un 9.97% de su salario mensual para su pensión. Este monto es bajo en comparación con otros países que retribuyen mayores tasas de reemplazo bajo el esquema de CCI.

En ese sentido, una reforma para incrementar la tasa de reemplazo debe considerar el aumento gradual de la contribución mensual que hacen los trabajadores, haciendo el ajuste cuando el salario nominal aumente. Con esta medida se evitaría que se reduzca el salario nominal efectivamente percibido por el trabajador y no implicaría un aumento de la contribución del empleador, reduciendo los costos laborales relativos. Asimismo, generaría mayor volumen de fondos a ser administrados por las AFP, lo cual permitiría reducciones futuras de los costos del sistema.