Vie. Sep 20th, 2024

Con apenas 15 años, una joven está a punto de dar a luz a una bebé, pero ella misma afirma que “todavía tengo la mente de una niña”.

En el 2023 se registraron 18,545 alumbramientos de madres de 9 a 19 años, de acuerdo a datos oficiales publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).RAÚL ASENCIO

SANTO DOMINGO, RD 

El embarazo en la adolescencia es una problemática que el país arrastra desde hace décadas y, aunque se han lanzado programas y leyes para defender los derechos de las menores, los casos siguen siendo alarmantes.

Con apenas 15 años, una joven está a punto de dar a luz a una bebé, pero ella misma afirma que “todavía tengo la mente de una niña”. Se casó con un hombre de 36 años y la razón para hacerlo con apenas 13 años, según ella, fue el ambiente conflictivo que vivía en la casa de su abuela.

La adolescente confiesa que nunca imaginó que saldría embarazada tan joven ni que se iba a casar a tan temprana edad. Sus planes eran continuar sus estudios y ser cantante, pero debido al embarazo y más complicaciones, se detuvo en segundo de bachiller.

“No tenía mente cuando me casé, igual que ahora, que todo el mundo me dice eso que tengo la mente de una niña chiquita”, cuenta la joven que ha crecido en una familia disfuncional con un padre preso, una madre en Cotuí y una abuela con la que no se entendía.

Mientras que Glenny Arno tiene 22 años y cuatro pequeños de ocho, siete, tres y un año. El primero lo tuvo con apenas 14 años, cuando cursaba el octavo grado y el segundo un año después.

Luego de su primer embarazo, cuenta que no recibió ningún tipo de orientación para evitar volver a quedar embarazada. Hoy narra que lo más difícil es sacar adelante a sus hijos teniendo que llevar a los pequeños al trabajo.

Sumado a esto, la entristece vivir lejos de su familia, pues ella reside en Baní y no cuenta con un pariente cerca para casos de emergencia.

“Después que uno tiene un muchacho, ya no es lo mismo, se cohíbe de muchas cosas, es difícil. Le aconsejo a las jóvenes que esperen su tiempo y gocen su juventud antes de tener hijos”, manifestó Arno.

Puede que estos casos no sean sorprendentes para cierta masa de la sociedad en el país, que se encuentra arraigada a viejas costumbres en donde las niñas eran entregadas por sus padres a temprana edad, luego de enterarse de que estas estaban embarazadas o habían sostenido relaciones sexuales.

La psicóloga Ivonne Guzmán explica que el cuerpo de una niña o adolescente no está listo para quedar embarazada.
La psicóloga Ivonne Guzmán explica que el cuerpo de una niña o adolescente no está listo para quedar embarazada. ARCHIVO

“Eso responde al principio de adaptación y sensibilización porque cuando hay un fenómeno que tiene alta frecuencia de aparición en la sociedad de manera sistemática, eso hace que ya las personas se acostumbren a verlo y dejan de percibirlo como extraño y de asombrarse”, puntualizó el psicólogo Noel De la Rosa.

impacto

El especialista agregó que este tipo de problemática tiene un gran impacto, tanto en la familia y en las niñas como en lo económico, social, legal y médico, pero solo quienes conocen a profundidad el tema se alarman por la cantidad de casos que se registran en el país.

“Sin embargo, la población lo está viendo como algo natural, porque la incidencia es demasiado alta; si tú quieres que algo no se note, exponlo demasiado”, sostuvo De la Rosa

En el 2023 se registraron 18,545 alumbramientos de madres de 9 a 19 años, de acuerdo a datos oficiales publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en su informe “Anuario de Estadísticas Vitales 2023”.

El año pasado dieron a luz una niña de 9 años y otras tres de 11, mientras que las de 12 presentan 15 alumbramientos. La ONE registra otros 122 partos de menores de 13 años y 506 de adolescentes de 14.

En tanto, la psicóloga Ivonne Guzmán explica que el cuerpo de una niña o adolescente no está listo para quedar embarazada y esto puede llegar a influir negativamente en el estado emocional de la joven.

“Las jóvenes que tienen alguna situación de vulnerabilidad por embarazo pueden desarrollar problemas de salud mental, en este caso ansiedad, depresión o negación de su estado”, afirmó Guzmán.

La experta en salud mental especificó que para lograr un cambio en esta problemática se debe trabajar junto a diferentes sectores en el ámbito social, comunitario y en el aspecto de la psicoeducación en los centros educativos.

“Hoy por hoy tenemos una gran discusión de a quién le corresponde hablar de sexualidad y prevención de conductas de riesgo, de psicoeducar a las jóvenes para que puedan denunciar cuando son violentadas”, agregó Guzmán, quien puntualizó que aunque las jóvenes tienen que “consentir una relación sexual”, realmente estas no se encuentran preparadas para tomar este tipo de decisiones.