A lo largo de la historia de la humanidad se ha comprendido que el cuerpo constituye el elemento más indispensable para el desarrollo del hombre. La Actividad Física es fundamental para mantenernos en óptimas condiciones mentales, físicas y emocionales.

Por tal motivo, fueron creados los primeros Juegos Olímpicos en Grecia como una forma de elevar el valor de la vida humana. Posteriormente, se crean los Juegos Olímpicos modernos por el Barón Pierre de Coubertin en el 1896. Estos juegos nacieron en un contexto de guerra sobre la base ideológica para promover paz, unión, educación, y salud como valores fundamentales de la humanidad.

Los Juegos Olímpicos constituyen un culto a la educación, a la salud, a la cultura y a la unidad de los pueblos. Al dejar la presidencia del Comité Olímpico Internacional, Pierre de Coubertin afirmaba que nunca renunciaría al olimpismo ni al deporte, sin embargo, su mayor compromiso era la transformación de los métodos de enseñanza, basados en la actividad física y el deporte. Manifestaba que la libertad iniciaba con el cuerpo, espíritu y carácter.

Los principios fundamentales del Olimpismo establecen en la Carta Olímpica numeral 2 que su objetivo, es poner el deporte al servicio del desarrollo armónico del ser humano, para promover una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad.

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Declara en el numeral 4 que la práctica deportiva es un derecho humano, y que no debe tener ningún tipo de discriminación, lo cual es un indicativo de que la educación y la salud son su base, y que los recintos educativos son la vía para garantizar ese derecho. Asimismo, las Naciones Unidas reafirman ese principio, incluyéndolo en los objetivos del milenio para el desarrollo sostenible.

¿Cómo los Estados deben organizar su sistema deportivo?

Cada país, de conformidad a su realidad geopolítica y geoeconómica, traza su estrategia internacional de acuerdo con sus intereses nacionales, lo que es invariable es, que el sistema educativo debe ser la base para la práctica deportiva.

Esta estructuración debe recorrer desde la escuela hasta la universidad, para que produzca movilidad social, y que se manifieste en toda la geografía de una nación. De esta manera, el deporte cumple con su propósito dentro del territorio promoviendo participación, cohesión social, paz social y convivencia pacífica.

Modelos de Éxito

Los países que tienen la escuela como centro de las políticas públicas se destacan por el desarrollo humano.

Canadá es una de las principales potencias del mundo, el deporte juega un rol determinante en la construcción de su desarrollo nacional, sin embargo, no lucha por la supremacía deportiva en unos Juegos Olímpicos. Es una de las sociedades más civilizadas y pacíficas, debido a que el deporte provee los atributos necesarios para consolidar el Estado de bienestar.

Serbia, con apenas 7 millones de habitantes, tiene la mejor atacadora de voleibol, el mejor tenista, uno de los mejores basquetbolistas y en el waterpolo en los últimos Juegos Olímpicos obtuvo 3 medallas de oro. Su secreto es que su sistema educativo público es de mayor calidad que el privado, con una participación en el deporte de un 95%.

En el Caribe tenemos el modelo de éxito de Cuba, donde la revolución se hizo sobre la base de la educación y la salud. Esto no solo les permitió ser un referente deportivo, sino que sus entrenadores se expandieron por todo el mundo, es decir, el deporte fungió como instrumento de desarrollo para los cubanos.

A pesar de que América Latina y el Caribe tienen un sinnúmero de eventos deportivos regionales, en la mayoría de los casos se hacen al margen del sistema educativo. Por esta razón, existe alta deficiencia en la educación, donde el 62% de nuestros niños no comprenden un texto simple, puesto que no ha llevado a cabo una reforma basada en la Actividad Física y el Deporte.

La hazaña del Baron Pierre de Coubertin, en el siglo XIX, debe ser el punto de partida para transformar los recintos educativos; y colocar el deporte como una ciencia para el desarrollo humano. Cuando esto ocurra los Juegos Olímpicos se alinearán a los intereses de los Estados.