Lejos del glamur, el actor se ha labrado una seria imagen de activista comprometido en la lucha por los derechos humanos
Todo un ícono entre los actores más atractivos del Hollywood de los ochenta y noventa, Richard Gere llegó a los 75 años con una vida bastante alejada de los éxitos cinematográficos, pero llena de causas solidarias y mudándose a Madrid con su tercera esposa, Alejandra Silva, que es española.
American gigolo, Un oficial y un caballero, Cotton Club, Novia fugitiva o Chicago, por la que logró un Globo de Oro, son algunas de sus más conocidas películas, aunque la palma se la lleve Pretty Woman, una moderna historia de Cenicienta coprotagonizada junto a Julia Roberts y que sigue enamorando al público por muchas veces que se haya visto.
Budista y discípulo del dalái lama, con su faceta humanitaria no ha dudado en subirse al barco de la ONG Open Arms en el Mediterráneo para ayudar a los migrantes o apoyar fundaciones contra el sida o para niños enfermos de cáncer.
Gere, quien aún no ha logrado obtener el premio Óscar, nació en Siracusa (estado de Nueva York), el 31 de agosto de 1949, en una familia modesta. Su madre era ama de casa y el padre, agente de seguros que le inculcó el gusto por la música.
Desde pequeño se destacó tocando varios instrumentos como la guitarra, el piano o la trompeta, y practicando la gimnasia, por lo que conseguiría una beca para cursar Filosofía en la Universidad de Massachusetts. De esa época es su acercamiento al budismo y también al teatro.
Decidió dejar los estudios y pronto interpretó pequeños papeles en el Seattle Repertory Theatre y en el Provincetown Playhouse del Greenwich Village.
Debutó en el cine en 1975 con Quiero la verdad (1975), aunque no llamaría la atención de los críticos hasta dos años después con Buscando a Mr. Goodbar, compartiendo protagonismo con Diane Keaton.
El actor más sexy
Para muchos es el actor más sexy de la gran pantalla, fama que comenzó gracias a la mítica película American gigolo (1980), en la que coincidió con Lauren Hutton.
Su forma de vestir trajes de Armani o simplemente una camiseta ajustada lo convirtieron en todo un galán de Hollywood que saboreó el éxito internacional con otros títulos como Un oficial y un caballero (1982), enamorando en la pantalla a Debra Winger, y Pretty Woman (1990), conquistando a Julia Roberts, con la que repetiría en otras cintas como Novia fugitiva.
Pretty Woman, la cinta sobre una prostituta que cambia completamente de vida gracias al amor de un alto ejecutivo, recaudó solo en cuatro meses casi 150 millones de dólares en Estados Unidos y sigue triunfando año tras año cuando vuelve a circular en las parrillas de canales de televisión o en plataformas.
Pero su gran atractivo no fue parejo a los reconocimientos en premios, pues solo con la comedia musical Chicago (2003) logró un Globo de Oro, a pesar de haber sido nominado cuatro veces, además de un Premio del Sindicato de Actores. No obstante, en 2002, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas le entregó un Óscar honorífico en reconocimiento a toda su carrera y recibió el Premio Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián en 2007.
Sin aliento, Cotton Club, Cónsul honorario, Sommersby, Mr. Jones, Lancelot: el primer caballero, La verdad desnuda, El chacal, Justicia roja, Otoño en Nueva York, El doctor T y las mujeres o Noches de tormenta son otras películas en las que Gere ha demostrado que fascina a la cámara y que es capaz de encarnar variados papeles.
Entre sus últimos trabajos se encuentran series de televisión o la película Oh Canada (2024), junto a Uma Thurman, dirigidos por Paul Schrader y por la que Gere se paseó por la alfombra de Cannes.
Activista comprometido
Lejos del glamur, Richard Gere se ha labrado una seria imagen de activista comprometido en la lucha por los derechos humanos, ya sea en los campos de refugiados del Tíbet, con niños enfermos en hospitales, con las personas sin hogar o con los migrantes que se lanzan al mar en busca de un futuro mejor.
El actor ya en 1993 no dudó en criticar la opresión de China en el Tíbet durante la gala de los Óscar; se le consideró persona non grata por las autoridades chinas y estuvo vetado durante años en la gala de Hollywood por haber hecho comentarios políticos.
Su imagen en 2019 sobre el Open Arms de la ONG española del mismo nombre, y sus críticas al entonces ministro italiano de Interior, Matteo Salvini, por no querer acoger a los emigrantes del buque, dieron la vuelta al mundo.
Además, Gere ha llegado a recaudar casi un millón de dólares (732.000 euros) en una subasta de su colección de un centenar de guitarras en la sede de Christie’s en Nueva York, y los fondos fueron destinados a proyectos humanitarios.
Por su labor social y ecológica se le han otorgado, entre otros, el Premio Humanitario de Filadelfia o el Premio Alemán de Sostenibilidad.
Mudanza a Madrid
El actor, que estuvo casado con la supermodelo Cindy Crawford y con la actriz Carey Lowell (madre de su primer hijo, Homar), contrajo matrimonio en 2018 (fue portada de la revista ¡Hola!) con la activista española Alejandra Silva. La pareja tiene dos hijos (Alexander y James) y se mudaron a Madrid.
“Amo España y la capacidad de los españoles para vivir transmitiendo alegría y felicidad”. “Ir a Madrid va a ser una gran aventura porque nunca he vivido a tiempo completo fuera de Estados Unidos”, comentó el actor en una entrevista a la revista Vanity Fair.
Y añadió sobre su esposa: “Fue muy generosa al darme seis años viviendo en mi mundo, así que creo que es justo que yo le de al menos otros seis viviendo en el suyo”.
Seguro que, aunque sea parapetado con sus habituales gorras y gafas, el actor no pasará inadvertido por las calles madrileñas o en el estadio de fútbol Santiago Bernabéu, ya que es seguidor del Real Madrid.