La joven, oriunda de La Vega, se graduó ayer con honores ‘Cum laude’ luego de haber pasado cuatro años preparándose en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
Con una sonrisa en su rostro, Melina Rosario, una joven de 22 años, a pesar de su discapacidad auditiva congénita, cuenta que esta condición no le impidió ser hoy una licenciada en diseño e interiorismo.
La joven, oriunda de La Vega, se graduó ayer con honores ‘Cum laude’ luego de haber pasado cuatro años preparándose en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
Rosario es la segunda de tres hijas, de quienes dice haber recibido todo el apoyo junto a sus padres y amigos para mantenerse firme y no abandonar su sueño hasta poder lograrlo. Ellos le inyectaron las fuerzas para evitar que incluso cayera en depresión.
Durante esos años narró que lo más difícil por su condición era hacer investigaciones, desconocer algunos términos y no entender los temas de ciertas asignaturas como las matemáticas, debido a la complejidad que tiene esta área.
Lo que más le gusta de su carrera es el dibujo, hacer maquetas, y las redes, ya que el interiorismo en ellas se le hace más fácil.
“Es difícil ser creativa, pero algunos profesores me explicaban muy bien. Mis compañeros fueron muy buenos, pero no todos son buena gente”, relató Rosario al momento de aclarar que en su momento fue juzgada por hacer más lento su trabajo aunque le quedaba bien.
Su madre, Jacqueline Díaz, la describe como una joven de buen corazón, muy responsable, preocupada por lo que hace, tranquila, selectiva con sus amigos, estudiosa y aficionada a los perros.
Diaz con mucho orgullo y alegría contó que su hija, para el proyecto final, hizo la remodelación de un salón de belleza sin formar grupo con otros compañeros. Sin embargo, expresó que le quedó ‘muy bien’, obteniendo una calificación de 95.5.
“Estamos muy contentos porque vemos que a ella le gusta lo que hace y lo hace con mucha responsabilidad y es dedicada a los detalles”, expresó Diaz.
Para esta joven desde pequeña, su sueño ha sido tener una habitación solo para ella con el objetivo de decorarla a su gusto, pero aclaró que no lo ha cumplido porque todo el tiempo ha tenido que compartirlo con sus hermanas.
Debido a esto, actualmente se encuentra trabajando en un proyecto que es la remodelación de la casa donde vivía su abuelo, quien falleció hace 11 meses. Aquí podrá decorar su propio espacio y vivir junto a otros familiares.
Rosario, luego de haberse graduado, dijo que sus expectativas son buscar trabajo y continuar el proyecto familiar.
“Para los estudiantes que tengan discapacidad o no, tienen que estudiar mucho para seguir adelante y conseguir su título con buenas notas”, fue el mensaje que le envió Rosario a todos los jóvenes que tienen un sueño.
Diaz dijo sentirse agradecida con la Dirección de Servicios para la Inclusión de la PUCMM, señalando que fue de gran ayuda al ofrecerle algunas facilidades, como sentarla delante para que ella leyera los labios de los profesores, más tiempo para recibir los exámenes y orientar a los maestros sobre sus condiciones.