Mié. Sep 25th, 2024

Devotos del barrio Los Guandules reclamaron la construcción de escuelas, remozamiento de alcantarillado y mayor abastecimiento de agua.

Varios devotos católicos portan carteles en los que reflejan problemas que afectan a sus sectores. JOSE MALDONADO

Santo Domingo, RD

Feligreses desarrollaron ayer una procesión en celebración del Día de la Virgen de las Mercedes, patrona de la comunidad católica dominicana, en la que denunciaron a las autoridades por la existencia de una serie de males que preocupan a los vecindarios barriales.

Devotos del barrio Los Guandules reclamaron la construcción de escuelas, remozamiento de alcantarillado y mayor abastecimiento de agua.

Eduard Figueroa, párroco de la iglesia Santo Domingo Savio y San Martín de Porres, dijo que por ser la Virgen de las Mercedes “la que rompe las cadenas de los males, hoy una de las cadenas por la que deben luchar es por la violencia y las problemáticas enumeradas”.

“Estamos aquí en este terreno desde hace tres años cuando se coordinó todo para que comenzaran una escuela”, indicó.

Cada vez que hay inscripciones, agregó Figueroa, al referirse a situación de las escuelas, “los padres quedan desconcertados porque no tienen inscripciones”.

Kenia Cedeño, de la parroquia San Ignacio de Loyola, manifestó que si a los jóvenes de esa comunidad les brindan oportunidades de trabajo y estudios, “la delincuencia podría disminuir”.

“Queremos la formación de los muchachos porque es verdad que algunos son violentos, que hay mucho pandillismo, pero si se les da educación y se les ofrece trabajo, ellos pueden responder mejor a esta realidad”, apuntó Cedeño, una residente de Guayupita.

Las Marcedes, catalogada como “la Virgen que rompe las cadenas”, bajo la esperanza en ellas los religiosos realizaron la caminata por diferentes calles y barrios con pancartas, cánticos e imágenes de ella, pretendiendo ser escuchadas.

Otro de los problemas que les aquejan es que en algunas zonas del sector, el sistema de desagüe de agua sanitaria está desbordado, por falta de mantenimiento.

Esta situación provoca que las familias respiren el mal olor que sale de las cloacas, haciendo que los moradores estén expuestos a enfermedades y contaminación.

“Los olores son insoportables y ustedes saben que para la salud es muy perjudicial y lo que queremos es que arreglen las alcantarillas”, agregó Cedeño.

Además, denunciaron que durante meses han enfrentado dificultades con el suministro de agua, precisando que la que llega a sus hogares es de baja presión.

Aclararon que los días que sí cuentan con agua es por solo 30 minutos y que, por esto, las familias se han visto en necesidad de comprar “bambas” de agua para garantizar mejor presión y poder llenar sus recipientes.

Aunque agradecieron algunas intervenciones de las autoridades en el sector,, aprovecharon para recordarles que deben continuar la transformación y el bienestar de los moradores.

Indicaron que aún faltan las estancias infantiles y la construcción o reubicación del mercado ubicado en la calle Sánchez.

“Que la URBE no se nos vaya hasta que no se termine el proceso del proyecto que ellos anunciaron”, dijo Cedeño.

La procesión recorrió las parroquias San Martín de Porres, de Guayupita; San Ignacio de Loyola, de La Ciénaga, y Santo Domingo Savio, esta última ubicada en el sector Los Guandules, donde culminó.