Sáb. Oct 26th, 2024
Freddy Ginebra publica sus vivencias los últimos viernes de cada mes en Listín Diario. Cortesía de los anfitriones

-Te quiero mucho, le dije sin pensarlo dos veces. – ¿Y cómo me dices que te quiero mucho si apenas me acabas de conocer? La miré con mi sonrisa de domingo, esa que no tiene desperdicio y que muestra casi todos los dientes acabados de limpiar.

-Es que yo soy de los que no pierde el tiempo con el amor, amo instantáneamente. Lo decidí hace tiempo.

-Imposible- me dijo, nadie puede amar lo que no conoce.

-Pues yo sí -insistí, y agregué: – hay gente que se pasa toda una vida esperando amar a alguien y pierde mucho tiempo.

– Yo soy como el café instantáneo.

– Explícamelo y veo si me convences-, desafiante me contestó mi nueva amiga.

Tengo una teoría desde hace muchos años, es la teoría del riesgo, me atreví a vivir asumiendo las consecuencias. Me atreví a apostar por la gente, a abrazarla aunque no la conociera, a darme siempre sin condiciones y te juro que he ganado más que perdido. Hay gente que vive con miedo a vivir, que alimenta sus temores, demasiado precavida, lejana, ausente, a quienes los riesgos le asustan y se mueren sin haber vivido.

Yo me llevaré todas las heridas y lágrimas conmigo, pero también infinidad de satisfacciones. La gente esta ávida de que las amen y una vez descubren que tu manifestación de amor es auténtifica te responden de igual manera.

Mi amiga me miraba con ojos de incredulidad, como quien mira a un loco salido de una nube.

– Y no sufres mucho con las decepciones?

-Claro!!! Pero eso es vivir. Supe desde muy pequeño que la vida era un paquete de alegrías y tristezas, que había que aprovecharlas todas, pero que el miedo es el peor enemigo, pues te impide realizarte como ser humano.

Las personas que viven con miedo pasan por el mundo sin haberlo vivido, se convierten en sombras. Solo triunfa quien se arriesga, quien desafía, quien ama con pasión.

En mi caso, quizás sea un poco de locura pero me ha mantenido vivo y feliz. Mi formula no es nada nueva. Muchos la practican sin saberlo. Lo que pasa es que yo estoy consciente de los riesgos y los asumo como aprendizaje, y hasta como crecimiento espiritual.

De cada decepción una nueva lección aprendida, un camino que no debo seguir, una manera de perfeccionarme, de aprender a ver la luz.

La vida es de los que se atreven y aprenden de sus fracasos y siguen adelante sin miedos.

Te invito a que hagas un pequeño experimento y te arrojes al vacío dejando tu zona de confort, atrévete a querer sin esperar y veras los inmediatos resultados.

Mi amiga me miró no muy convencida, titubeó un rato antes de contestar. Y me dijo: -te quiero mucho loco, y me dio un abrazo.

-Me arriesgaré contigo.

Y nos fundimos en un abrazo.

Eso fue hace muchos años y cada vez que nos encontramos celebramos esa amistad y me agradece.