El músico alemán Carl Orff compuso entre 1935 y 1936 esta obra basándose en 24 de los 300 poemas, en los que se ensalza el deseo de vivir, la pasión por los placeres terrenales, el amor carnal y el goce de la naturaleza, pero brindando al mismo tiempo una visión crítica y satírica a los estamentos de la época.

Un bajante publicitario colocado a la entrada de la sala y donde gran parte de los asistentes se tomó fotografías preconizaba cómo sería el espectáculo: Sensorial, musical, teatral y enérgico. Pero el público que colmó anoche la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito para presenciar y sentir a “Carmina Burana”, nunca imaginó que sería tan interactivo y que estimularía tanto sus sentidos.

Con la advertencia de que estaba prohibido el uso de celulares y que la función de una hora y 30 minutos sería sin pausas, el público comenzó a involucrarse en la presentación desde el inicio, con Inés Fernández tocando la flauta en la primera fila del escenario, la sala impregnada de una penetrante fragancia y 16 integrantes del coro descendiendo por las escalinatas de la sala en una marcha ritual rumbo a las tablas.

Los nueve integrantes restantes de la orquesta en vivo dirigida por César Belda quedaron ocultos hasta el final de la función en un cilindro con velo traslúcido, que también sirvió de pantalla para exponer las imágenes que completaban una puesta en escena alucinante, con la participación, además, de seis bailarinas.

Las imágenes mostraron la salida lenta de una luna gigante, el deshielo en cascadas, una explosión floral, a los cantantes colgados de grúas que asomaban sus rostros por pequeñas oberturas del velo y a otros que mostraron todo su histrionismo en las tablas.

Composición basada en poemas

El original Carmina Burana presentado por la compañía española es una colección de 300 poemas de los siglos XII y XIII que se han conservado en un único códice hallado en 1803 en la abadía de Benediktbeuern, en Baviera, y que se conserva actualmente en la Biblioteca Estatal de ese Estado alemán, en Munich.

El músico alemán Carl Orff compuso entre 1935 y 1936 esta obra basándose en 24 de los 300 poemas, en los que se ensalza el deseo de vivir, la pasión por los placeres terrenales, el amor carnal y el goce de la naturaleza, pero brindando al mismo tiempo una visión crítica y satírica a los estamentos de la época.

La presentación en el Teatro Nacional incluyó una obertura de cuatro piezas musicales, con una alusión a los goliardos, unos clérigos vagabundos de la edad media que invitaban a romper las reglas para disfrutar la vida, pero que al final quedaron atrapados por la fortuna. Le siguieron otras cuatro tituladas “Fortuna emperatriz del mundo”, “Primavera”, “En la taberna”, “La corte de amor” y “Blancaflor y Helena”.

El hilo trepidante de la presentación sólo dio espacio a aplausos de corta duración, con excepción del final de la puesta en escena, con una interacción tal que durante la presentación de “En la taberna”, el público sentado en las primeras filas fue rociado con vino por el barítono Lorenzo Moncloa.

Tres integrantes del público fueron invitados también a cantar por Moncloa en el momento de mayor complicidad y jocosidad de la noche, que tuvo en la soprano Hevila Cardeña uno de los más intensos de la velada, desde la canasta de una grúa que la elevó tanto como su voz y la acercó a las primeras filas del escenario.

La compañía española tiene seis años presentando a Carmina Burana en diversos escenarios bajo la dirección de Belda, quien al final de la función expresó su complacencia por iniciar la actual gira mundial en la ciudad Primada de América.

En medio de los vítores y aplausos de despedida del público, Belda aprovechó para externar los sentimientos encontrados de los integrantes de la compañía debido a la receptividad del público dominicano y a la reciente tragedia en Valencia, España, donde las inundaciones por un temporal han dejado más de 200 víctimas, a quienes dedicó la función de esa noche.

SEPA MÁS

Carmina Burana, “La fura dels Baus”, fue presentada por primera vez en el país bajo la producción de César Suárez Jr., en el inicio de su actual gira mundial.

Carmina Burana, considerado el espectáculo más exitoso de La Fura del Baus, ha sido vista por más de 350,000 espectadores en el mundo, convirtiéndose en el mayor éxito de la compañía por la cantidad de funciones y tiempo de gira en toda su historia.