Sáb. Nov 30th, 2024

El estudio se ha realizado a partir de entrevistas sobre el uso del tiempo a 92 jóvenes de 17 y 18 años de nueve países (Benín, Brasil, Camboya, República Dominicana, El Salvador, Filipinas, Togo, Uganda y Vietnam) y revela que el 94% de las chicas dedican cinco horas y 15 minutos al día a tareas domésticas y de cuidados, más del doble del que destinan a sus tareas escolares.

Plan International, organización que defiende los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, ha alertado de que la mayoría de adolescentes chicas dedican más tiempo a trabajos no remunerados de cuidados que a su educación, según el informe ‘No tenemos tiempo: la división de los cuidados en función del género y su impacto en las niñas’.

El estudio se ha realizado a partir de entrevistas sobre el uso del tiempo a 92 jóvenes de 17 y 18 años de nueve países (Benín, Brasil, Camboya, República Dominicana, El Salvador, Filipinas, Togo, Uganda y Vietnam) y revela que el 94% de las chicas dedican cinco horas y 15 minutos al día a tareas domésticas y de cuidados, más del doble del que destinan a sus tareas escolares.

Así, de las 92 participantes, 87 realizan trabajos no remunerados de cuidados en sus hogares diariamente, lo que supera, incluso, el tiempo que las mujeres adultas dedican en promedio a estas tareas a nivel mundial.

Las niñas entrevistadas expresan su agotamiento y la dificultad de equilibrar sus responsabilidades domésticas con sus estudios y, en algunos casos, con trabajos remunerados que ayudan a mantener a sus familias.

“Me gustaría tener tiempo para relajarme. Debería estar estudiando, pero no puedo descansar porque tengo demasiado que hacer en casa. A veces me siento desbordada porque no puedo concentrarme en mis estudios cuando llego y me esperan las tareas domésticas”, expresa Darna, una adolescente filipina de 18 años.

El informe de Plan International señala las graves consecuencias de este reparto desigual del trabajo de cuidados: un 21,7% de las niñas entrevistadas han abandonado la escuela y no continúan su educación. Las niñas y jóvenes que continúan con su educación también se enfrentan a dificultades para asistir a clase, realizar tareas y rendir académicamente.

Esto tiene un impacto económico negativo, a largo plazo, para ellas, pues, además de repercutir en su formación, tienen menos probabilidades de conseguir empleos bien remunerados, lo que las expone a un mayor riesgo de pobreza en la edad adulta.

Además de la educación, las niñas reportan otros impactos negativos, como la falta de tiempo para el descanso, altos niveles de estrés, pocas horas de sueño y la sensación de soledad y aislamiento al no poder disfrutar de actividades de ocio o tiempo con sus amistades y familiares.

550 MILLONES DE HORAS DIARIAS A CUIDADOS EN TODO EL MUNDO

Plan International ha indicado también, en el marco de la Cumbre del G20, que las niñas de entre 5 y 14 años en todo el mundo dedican 550 millones de horas diarias al trabajo no remunerado de cuidados. Estas labores, en su mayoría invisibles y casi siempre asumidas por niñas y mujeres, limitan de manera significativa sus oportunidades educativas y laborales.

“Redistribuir el trabajo de cuidados e incluir a hombres y niños en estas tareas es esencial para garantizar un futuro más equitativo para las niñas. Los gobiernos tienen la responsabilidad de poner en marcha políticas sociales que aborden esta brecha de género en los cuidados, para fomentar las oportunidades educativas y laborales de las jóvenes”, ha afirmado la directora general de Plan International, Concha López.

Por todo ello, en el marco de la Cumbre del G20, Plan International insta a la comunidad internacional a reconocer y abordar las desigualdades de género que afectan a las niñas, adolescentes y jóvenes. La organización solicita que se incluyan datos sobre los trabajos de cuidados no remunerados en las estadísticas nacionales y que se promuevan políticas de inclusión económica para las niñas.