Jue. Nov 28th, 2024

En una carta dirigida a Miguel Franjul, la fundación manifestó total apoyo ante los últimos incidentes ocurridos en la reserva ecológica, conociendo los “lazos históricos, culturales y familiares que unen a los banilejos con los ocoeños”.

Las depredaciones son recurrentes en Las Dunas de Las Calderas. ARCHIVO

SANTO DOMINGO, RD

La Fundación Ocoa de Pie, en la persona de Milcíades Mejía, de la Comisión de Medio Ambiente, respaldó la posición asumida en su editorial del 23 de noviembre, a propósito de las devastaciones en detrimento del Monumento Natural Dunas de Baní.

En una carta dirigida a Miguel Franjul, la fundación manifestó total apoyo ante los últimos incidentes ocurridos en la reserva ecológica, conociendo los “lazos históricos, culturales y familiares que unen a los banilejos con los ocoeños”.

Ocoa de Pie levantó la voz para que no se permita que intereses económicos se impongan sobre el interés de la conservación de uno de los ecosistemas más frágiles y emblemáticos del país, por lo cual se siente en “el deber de unirnos a su clamor”.

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La edición editorial del sábado, bajo el título “Un merengue sin ritmo”, puso énfasis en que “los recientes daños registrados en el área conocida como Los Escobones son solo un capítulo más de una larga historia de negligencia y complicidad”.

Y agregó en su contenido que “la impunidad reina y la vigilancia militar parece un adorno más en la lista de ‘acciones’ que no logran frenar estas fechorías”, además de entender que “las reacciones de las autoridades frente a estos ataques suelen ser tardías y carecen de un régimen de consecuencias contundentes”.

Ante este escenario de nubosidad, se produce el espaldarazo a la crítica elevada en su incansable tarea de fiscalización y denuncia de los problemas nacionales.

De ahí que la Fundación Ocoa de Pie se sitúe en la línea de defensa con su mensaje: “Baní no está solo en estos reclamos, por lo que no debemos aceptar que este merengue sin ritmo siga tocándose mientras se pierde, literalmente, su herencia natural bajo las palas y sierras de los depredadores”.

Devastaciones

En cinco de los 11 meses que van de este año 2024, publicó reportajes de los daños causados por depredadores a las Dunas de Baní.

El pasado 21 de noviembre, las páginas de este diario contabilizaron el sexto mes de ataque y octava denuncia de actividades dolosas, producidas por grupos particulares en perjuicio de tan importante recurso natural.

Este último trabajo de reporteros recopiló los miles de metros de áreas boscosas cercenadas y calcinadas por el fuego que provocan ocupantes ilegales de Las Dunas de Las Calderas, comprobando la tala de árboles y plantas endémicas de hasta 40 años de existencia.

Luego de esta denuncia, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales envió una comisión de técnicos y miembros del cuerpo militar del Servicio Nacional de Protección Medioambiental (SENPA) a ubicar dónde se registraron los daños.

“Estamos aquí para iniciar las investigaciones de lugar y establecer responsabilidades sobre este hecho gravoso”, dijo Samuel Ledesma, técnico forestal de la dirección provincial Peravia, en aquella ocasión.