Para Donald Trump, ser un «gran presidente» significa, más que nunca, ejercer un poder ejecutivo a una escala pocas veces vista en la historia estadounidense.

WASHINGTON, EEUU
Al frente de la primera potencia mundial, ¿alcanzó Donald Trump la cima de sus ambiciones? «Ahora, el sueño es ser un gran presidente», confesó hace poco el mandatario a su nieta Kai, de 18 años, mientras paseaban en un carrito de golf.
