Déficit e ineficiencia. La salida de la unidad uno de la Central Termoeléctrica Punta Catalina por mantenimiento y la llegada del verano han aumentado el déficit en suministro y la ineficiencia de las empresas distribuidoras.
Cada año es la misma historia: sectores de los principales municipios de Santo Domingo comienzan a sufrir apagones muy prolongados, en medio de altas demandas en el consumo de la energía eléctrica, y una ola de calor que no da tregua.
Ayer, Listín Diario reunió diferentes quejas de comunitarios que viven en los sectores de Villa Mella y Sábana Perdida, situados en el municipio Santo Domingo Norte; y de Alma Rosa y Lucerna del Mar, próximo al Hipódromo, en Santo Domingo Este.
Al preguntarles sobre el comportamiento del suministro eléctrico en sus sectores, los vecinos han respondido a quemarropa: “Nos está llevando quien nos trajo con esta situación de los apagones. Esto está fuerte; la luz no deja a uno tranquilo”, imploró Juana de la Cruz, quien vive en el sector Lucerna del Mar.
El servicio eléctrico puede fallar en cualquier momento, pues, según Juana, los cortes se han registrado tanto en la mañana, en la tarde como en la noche.
“Uno vive pagando facturas caras y lamentablemente uno no puede tener la tranquilidad que necesita y un servicio como debe ser. La luz se va dos, tres, cuatro y hasta cinco veces en media hora. Eso no es justo, es un abuso”, sentenció Juana.
En el sector Colonia de los Doctores, en Villa Mella, los apagones se han intensificado, a tal punto que, según vecinos, el servicio eléctrico suele suspenderse hasta por siete horas en un día.
“Es un castigo: todos los días se va la luz, o parece un ‘arbolito’, porque va y viene. Prácticamente nos están dando de seis a ocho horas de energía eléctrica y muchas no fija. Eso es una pena, porque las facturas no bajan, al contrario, las envían cada vez más caras”, comentó en tono molesto una comunitaria, quien prefirió no revelar su nombre.
El barrio Sábana Perdida también ha experimentado el mismo flagelo. Allí, de acuerdo con Rosa Vicente, la luz “se está yendo con mucha frecuencia”.
Vicente ha llegado a la conclusión de que están “tumbando los circuitos (eléctricos)”, porque, al reportar el problema, la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (EDEEste) le respondió que su circuito no ha representado “ninguna avería”.
La señora apuntó que desde las 3:00 de la madrugada del jueves hasta las 11:50 de la mañana no tenía electricidad.
FACTORES QUE INCIDEN
En esta ocasión, hay dos factores que podrían incidir directamente en los continuos apagones: primero la salida de la unidad uno de la Central Termoeléctrica Punta Catalina por mantenimiento, cuya extensión es por 40 días; y la llegada del verano (previsto a entrar el 20 de junio), una temporada del año en la que los días suelen ser más calurosos.
Punta Catalina, una de las plantas más importantes del sector energético del país, está compuesta por dos unidades que generan 720 megavatios (MW). Pero, ante la salida de la unidad uno el pasado lunes 10, se ha dejado de producir 350 MW, según el gerente general del Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (OC-SENI), Manuel López.
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López también adelantó que para agosto esperan nuevos picos en la demanda eléctrica, ya que ese mes “es el más caluroso” de todos.
A pesar de las constantes quejas y denuncias que han circulado en las últimas semanas en redes sociales, el ministro de Energía y Mina, Antonio Almonte, ha asegurado: “Las últimas encuestas que se han hecho dicen que para la población el problema de los apagones eléctricos es 0% de preocupación o 1% o 2%”.
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“Es decir, ha habido una mejoría sustancial. Hay más energía en la red. La gente tiene más energía en su casa y eso genera una situación de mayor libertad. Naturalmente hay retos, hay necesidades, pero estamos avanzando”, dijo el ministro a los periodistas el pasado martes 11, después de participar en un seminario.
EN HAINA TAMBIÉN HAY APAGONES
En los Bajos de Haina, específicamente en el sector Paraíso de Dios, provincia San Cristóbal, a unos 17 kilómetros de distancia del centro de la Ciudad, Santo Domingo, los apagones han frustrado la tranquilidad de los comunitarios.
“Es increíble, pero cierto, que se vaya la luz y duramos ocho horas con un apagón. No es fácil vivir esta situación. Todo se nos daña en la nevera, los vegetales, los jugos, las frutas”, dijo Melisa Espino.
DELINCUENCIA
Las personas consultadas por este diario también coincidieron en que los constantes apagones en horas de la noche podrían incitar en actos delictivos por la falta de iluminación en las calles.
“Le están dando cabida a los delincuentes”, subrayó Solanyi Aquino Florentino, moradora del sector Colonia de los Doctores.