El hecho. Un estudio revela que la mayoría de quienes realizan esta labor son mujeres.
Un estudio realizado por el área de Healthcare de LLYC en la región revela la necesidad de prestar apoyo, cuidado de salud mental y reconocimiento para los cuidadores informales de pacientes.
La mayoría de los que realizan esas labores son mujeres y muchos de ellos están expuestos a altos niveles de depresión y ansiedad.
El informe “Salud para llevar, por favor”, dado a conocer ayer por LLYC pone el foco sobre la figura del cuidador informal. Destaca que se estima que en 2050 el número de personas con 65 años o más debería duplicarse, hasta alcanzar los 1,600 millones.
Este envejecimiento vaticina, agrega, que la sociedad necesitará un número cada vez mayor de cuidadores para hacer frente al aumento de la demanda de atención médica y cuidado de los mayores.
Indica que los estudios realizados en Latinoamérica, así como en Estados Unidos y Europa, destacan similitudes significativas en el perfil y las responsabilidades de los cuidadores informales.
Apoyo urgente
En todos los contextos, destaca el estudio, las mujeres predominan como cuidadoras, asumiendo tareas esenciales y complejas sin recibir formación profesional ni una remuneración económica. La mayoría de estos cuidadores son familiares cercanos.
Además, el informe pone atención en la salud mental de los cuidadores, la cual asegura es una dimensión crucial que merece atención y apoyo urgente.
Dice que el rol de cuidar conlleva un peso significativo sobre la salud emocional y psicológica de estas personas y que estudios revelan que están expuestos a altos niveles de depresión y ansiedad.
Esta carga, agrega el estudio, se agrava en contextos donde las estructuras de apoyo son insuficientes, y la tendencia cultural de cuidar a los mayores en casa sin remuneración añade un mayor sacrificio personal.
Indica que para proteger la salud mental de los cuidadores, es esencial que los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y las empresas implementen medidas de apoyo efectivas.
El llamado “cuidado informal” es aquel que se presta a personas dependientes por parte de familiares, amigos u otros que no reciben remuneración por la ayuda que ofrecen.
El cuidado informal se caracteriza porque generalmente es gratuito, se realiza en el ámbito privado y nuestra sociedad lo asume como una extensión de las tareas domésticas.
Estos rasgos, junto con el hecho de que es una labor fundamentalmente realizada por mujeres, repercuten en que sea una tarea invisible y poco valorada en nuestra sociedad.
Se define como persona dependiente “aquella que por razones ligadas a la falta o pérdida de capacidad física, psíquica o intelectual tiene necesidad de una asistencia y ayuda importante para las actividades de la vida diaria”. Estos cuidados se realizan en gran medida en el seno de las familias y, en menor medida, en la red de servicios sociosanitarios.