El número de casos de mpox se ha disparado en África y con ellos el temor ante una nueva cepa, más mortal y transmisible
África ha registrado en lo que va de año más de 18.000 casos sospechosos o confirmados de mpox, anteriormente conocida como viruela del mono. La mayoría de ellos, 16.800, se concentran en la República Democrática del Congo, que este año ha confirmado la muerte de al menos 500 personas por esta enfermedad.
El continente se enfrenta además a la propagación de una nueva cepa, denominada “clado 1b”, que se propaga con más facilidad y se considera más mortal que su predecesora, la “clado 2b” que provocó una epidemia mundial en 2022.
Sin embargo, algunos expertos como María Velasco, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, reconocen en entrevista con RFI que los datos que llegan de África indican esa mayor mortandad, pero piden prudencia: “La información o los conocimientos que se tiene de mpox “clado 1” es que tiene una mortalidad más alta que el “clado 2”, con unas cifras que pueden llegar hasta el 10%. El “clado 2″, el que fue causante de la pandemia del año 2022, tiene una mortalidad alrededor del 3%”.
“Por este motivo se dice que el “clado 1” es más peligroso que el clado 2. Sin embargo, esta información hay que ponerla en el contexto de que las cifras de mortalidad proceden de unos países con unas infraestructuras sanitarias diferentes a las que hay en Europa. Habrá que ver si los pacientes con “clado 1″ que se manejan en Europa tienen la mortalidad que está siendo comunicada previamente en zonas endémicas, o, por el contrario, tiene una mortalidad más baja”, concluye María Velasco.
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Mayor transmisión que sus predecesoras
Pese a la prudencia en cuanto a determinar el grado de mortandad del “clado 1b” de la mpox, donde sí hay consenso es que su mayor facilidad para transmitirse, al aparecer sus lesiones en más partes del cuerpo frente a las cepas anteriores, que se manifestaban únicamente en boca, cara y genitales.
En esta línea se manifiesta Minerva Cervantes, viróloga del departamento de enfermedades infecciosas del hospital Bichat, en París, al micrófono de Radio Francia Internacional: “La nueva cepa de la viruela del mono que pertenece al “clado 1b” parece ser más contagiosa y lo que más preocupa es que las lesiones no son tan localizadas como se había observado en el 2022″.
“Tiene la tendencia a generalizarse y con esto aumentan las complicaciones. Vamos a observar lesiones esta vez no únicamente localizadas, sino en todo el cuerpo. Puede ser brazos, manos, pies… Parece generalizarse absolutamente en todo el cuerpo. Ante cualquiera de esos signos, se aconseja consultar inmediatamente con un médico o ir a un hospital referente. Es muy probable que se reporten otros casos. Se espera que pueda haber una propagación más importante en otros continentes”, prosigue.
Al haber lesiones más extendidas, el contacto y la transmisión se facilita, ya que no se trata únicamente de contactos fluidos, como asegura Minerva Cervantes: “El monkey pox o el virus de la viruela no se considera una enfermedad de transmisión sexual, pero las personas de mayor riesgo son las que multiplican relaciones sexuales con diferentes parejas sin protección. Pero no hay que olvidar que el contacto directo con una persona afectada puede ser también una forma de transmisión y esta no es exclusiva de ningún grupo en particular. Puede transmitirse a niños, a personas embarazadas, que sería de alto riesgo, y a cualquier otra persona que pudiera tener un contacto con esa lesión”.
Vacunación y aislamiento como freno a la enfermedad
“¿Cómo se puede evitar la propagación de este virus? Afortunadamente, para este virus existe una vacuna y la mejor forma de evitar la propagación sigue siendo la prevención por la vacuna. Hay que recordar sobre la vacuna que una buena parte de personas que podían ser consideradas como de riesgo se vacunaron en el 2022″, nos dice al respecto Minerva Cervantes
La OMS ya solicitó el pasado viernes que se aumentase la producción de vacunas. “Lo que yo diría para evitar esta propagación sería asegurarse de que está completo este esquema, es decir, que recibieron las dos vacunas en el 2022 o que recibieron un refuerzo si ya fueron vacunados en la infancia. Las personas que fueron vacunadas contra la viruela necesitaban únicamente un refuerzo en 2022. Si es ese caso, se considera que el esquema está completo. Si no lo es, se aconseja entonces vacunarse”, defiende la viróloga.
Juno a la vacunación, Cervantes recuerda la necesidad de evitar los contactos con personas contagiadas: “Otra forma de evitar precisamente la propagación es que, si la persona ya presenta síntomas o le han diagnosticado monkey pox, que evite el contacto con otras personas desde el inicio de lo de los síntomas hasta la desaparición de todas las lesiones”.
“Es importante señalar que la enfermedad es contagiosa a partir de la aparición de los primeros síntomas y hasta la desaparición de las lesiones. Es importante que en ese periodo la persona que está contaminada evite el contacto con otras personas. Esa será la mejor forma de evitar la propagación”, explica a RFI como conclusión.