Obama coronó la segunda noche de la Convención Nacional Demócrata antecedido por su esposa Michelle Obama, quien ofreció una alocución anclada entre la esperanza y la acción
El expresidente de Estados Unidos Barack Obama sacudió a la Convención Nacional Demócrata este martes en Chicago con una emocionante petición para llevar y unificar a Estados Unidos.
“Estados Unidos está listo para un nuevo capítulo”, dijo vitoreado a más no poder en el United Center de Chicago. “Estamos listos para la presidenta Kamala Harris. Y Kamala Harris está lista para el trabajo”, agregó.
“¡Sí, ella puede!”, exclamó Obama, coreado por la multitud, una adaptación del esperanzador eslogan que marcó su ascenso a la presidencia de Estados Unidos en 2008.
El exmandatario abogó por la unidad de un país polarizado que enfrentará una disputada pelea entre Harris, de 59 años, y el republicano Donald Trump, de 78. “Creo que lo que ansiamos es volver a un país en el que podamos trabajar juntos”.
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Obama, un versado orador, advirtió en su discurso que el país vive un momento delicado al subrayar que la elección del 5 de noviembre es sobre “la restauración de lo que Lincoln llamó, a la vera de una guerra civil, de ‘nuestros lazos de afecto'”.
“Donald Trump quiere hacernos creer que este país está dividido sin esperanzas entre nosotros y ellos (…) Es uno de los más antiguos trucos en política”, comentó.
“Ya vimos esa película, y sabemos que las secuelas son usualmente peores”.
“Los lazos que nos unen aún están ahí”, dijo el carismático político quien dedicó parte de su discurso a homenajear a Joe Biden quien sirvió como su vicepresidente, y quien abandonó la carrera por la reelección acosado por las críticas en torno a su avanzada edad.
“Pero el testigo pasó de manos. Ahora es hora de pelear por el país en el que creemos”, comentó el expresidente.
“Y no se equivoquen, será una pelea”.
“¡Actúen!”
Obama coronó la segunda noche de la Convención Nacional Demócrata antecedido por su esposa Michelle Obama, quien ofreció una alocución anclada entre la esperanza y la acción.
En noviembre, dijo ella, “tenemos el poder de juntar nuestra esperanza con la acción”.
“Estados Unidos, la esperanza está de vuelta“, dijo Michelle, quien fue recibida por los miles de asistentes con una estruendosa ovación.
“Algo maravillosamente mágico está en el aire (…) es el contagioso poder de la esperanza”, dijo a la audiencia a la que arrancó aplausos línea tras línea.
Michelle también usó su tiempo para atacar a Trump.
“¿Quién le va a decir que el trabajo que busca puede ser uno de esos trabajos para negros?”, dijo en alusión a Trump que acostumbra decir en sus mítines que los migrantes quitan trabajos a los negros.
La audiencia le respondió con un ensordecedor aplauso.
Michelle mantuvo el tono alto e instó a los presentes a actuar de cara a la dura pelea por delante.
“¡Actúen!”, se volvió la consigna de su intervención.
“Honrados”
Más temprano, a ritmo de rap, rock, pop e incluso reguetón, los casi 5.000 delegados demócratas nominaron oficialmente a Harris para asumir la candidatura.
Estado por estado, con himnos de la música estadounidense como “California Love” de Tupac Shakur, o “Born in the USA”, de Bruce Springsteen, los delegados, acompañados por figuras como la actriz Eva Longoria, el cineasta Spike Lee y el gobernador de California, Gavin Newsom, sellaron el futuro de Harris que se prepara a vivir los meses más intensos de su carrera.
“Nos han nominado al entrenador (Tim) Walz y a mí para ser los próximos vicepresidente y presidenta de Estados Unidos, dijo Harris en un pase televisivo desde el vecino Milwaukee, a donde fue este martes para protagonizar un acto de campaña.
“Estamos tan honrados de ser sus nominados”, agregó. “Ésta es una campaña del pueblo, y juntos vamos a abrir un nuevo camino hacia adelante”. “A todos, en Chicago, y Estados Unidos: Gracias”.
El evento de Harris, en un impecable traje azul eléctrico, fue pautado en la misma arena en la que el mes pasado su rival, Donald Trump, fue oficializado por la Convención Nacional Republicana.
La vicepresidenta, que ha revitalizado la campaña demócrata, llenó la arena con capacidad para 18.000 personas en una demostración de fuerza que le muerde los talones a Trump.
Su esposo, Doug Emhoff, el primer segundo caballero de la historia estadounidense, asumió la tarea de pintar un retrato personal y humano de la candidata.
“Te amo y estoy tan orgulloso de cómo has dado un paso adelante por todos nosotros”, dijo Emhoff, quien fue presentado por su hijo Cole.
“Ella lo hizo por mí y nuestra familia. Ahora que el país la necesita, está mostrando lo que nosotros ya sabíamos: está lista para liderar, ella toma esta tarea con alegría y fortaleza, y ella será una gran presidenta de la cual todos estaremos muy orgullosos”.
Emhoff cautivó a la audiencia de la Convención a quien les pidió confiar en Harris para asumir las riendas del país, así como él le confió su propia familia.