Vie. Nov 29th, 2024

A pesar de las denuncias sobre la ineficacia en estos servicios, las autoridades aún no adoptan medidas.

Los moradores de Ciudad Juan Bosch temen contraer enfermedades de la piel por el agua que reciben.

SANTO DOMINGO, RD

Residentes de Ciudad Juan Bosch, en Santo Domingo Este, dijeron estar cansados del deterioro de la Operadora Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) y las largas horas de espera en las paradas. Además, piden que el agua que llega a los hogares esté en mejores condiciones, ya que la reciben como si fuera lodo rojo.

A pesar de las denuncias sobre la ineficacia en estos servicios, las autoridades aún no adoptan medidas. Los moradores en varias ocasiones se han manifestado ante la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), y alegan que no dan respuesta a sus reclamos.

Rosanny Martínez, residente del lugar, dijo que en los últimos días no ha podido hacer uso de este líquido para sus actividades cotidianas, porque debido al lodo rojo que posee teme recibir alguna infección en su cuerpo.

“Esa agua llega rojita, un lodo rojo que se atreve a darle una infección a uno; tengo que comprar botellones de agua para bañarnos con eso, porque va y me da algo por usar esa que mandan toda sucia”, manifestó Martínez.

Otra afectada es Julia Rodríguez, quien coloca filtros de agua en su residencia para poder hacer uso del agua. “A dónde vamos a parar, cada 15 días hay que cambiar estos filtros porque esa agua parece jugo de tamarindo”, expresó Rodríguez en tono jocoso, pero molesta por la cantidad de dinero que gasta para cambiar el aparato.

Santo Matos, otro vecino de Ciudad Juan Bosch, dijo que teme que el agua que llega a las casas les produzca infecciones o enfermedades a los niños, y por esto le hace un llamado a las autoridades de la CAASD para que solucionen este problema.

“A mí me da miedo que a mis niñas les de una infección bañarse con esa agua y ya les ha dado varias veces sarpullidos en el cuerpo por la suciedad y contaminación con la que mandan esa agua y la CAASD ni caso nos hace cuando se hace la reclamación”, aseguró Matos con enojo al pasar por estas circunstancias.

Ineficacia en el transporte

La otra problemática que afecta a los moradores son las largas horas de espera de autobuses en las paradas de OMSA.

Los ciudadanos aseguran que esto se ha convertido en un dolor de cabeza, porque deben esperar hasta una hora la llegada de un autobús que les ofrezca el servicio, que por económico es el que más les conviene.

Alegan, empero, que no soportan el mal estado en su carrocería y la falta de aire acondicionado.

Los residentes en Ciudad Juan Bosch denuncian que deben esperar largas horas por los autobuses de la OMSA.
Los residentes en Ciudad Juan Bosch denuncian que deben esperar largas horas por los autobuses de la OMSA. ARCHIVO

Admiten que el servicio es el que más les conviene porque su costo de RD$15 está acorde con sus ingresos; pero sienten desesperación debido a que, en vez de mejorar y acortar el tiempo de espera, el servicio se hace cada más lento y deficitario, aunque es el único aceptado para transitar dentro de Ciudad Juan Bosch.

“En horas pico es que a ellos les gusta hacer de las suyas y no mandar la OMSA. Nos dejan esperando más de una hora en la parada”, expresó Juan Sánchez, quien llega todos los días a la parada alrededor de las seis a enfrentar la tormentosa espera.

A pesar del sacrificio que les significa, por sus magros ingresos, muchos de los residentes en Ciudad Juan Bosch prefieren tomar rutas de transporte público más costosas; por eso piden que se regularice el servicio o se permita un nuevo sistema con mayor rapidez y eficacia.

“Largas horas de espera y los fines de semana no se puede contar con la OMSA, porque los autobuses saben durar el doble que de lunes a viernes”, mencionó Rosa Rosario, quien utiliza el transporte cada día para ir a su trabajo, en cambio los fines de semana opta por usar taxi por la prolongada espera.

Rosario añadió que se debe mejorar el sistema de transporte, ya que este le ocasiona retraso para ir al trabajo y a los estudiantes ir a clases. “Es que eso es increíble que uno tenga que todos los días llegar tarde por más temprano que se salga, porque con esta gente siempre es un lío. Cuando no es que no hay OMSA es que se retrasan porque no las mandan desde el control aunque sepan que la parada está llena de personas esperando”, añadió.

Marina Méndez, de 47 años, se quejó por algunos accidentes que se han producido en algunos de estos autobuses y dijo que se debería buscar solución para evitar otros casos mayores, debido al deterioro en que se encuentran, con los barrotes de agarre desprendidos, ventanas clausuradas y el piso a punto de desprenderse. Son de las condiciones de este transporte público.

“Yo me iba a caer en uno de esos hoyos, eso hay que reportarlo porque el otro día un niño se cayó, aunque no pasó a mayores, no podemos esperar que se siga cayendo la gente. Estas OMSA están desbaratadas; todo está roto”, aseguró Méndez, preocupada por el mal estado de algunos de los autobuses del transporte público.