En la actualidad se celebra la denominada serie mundial del béisbol profesional de los Estados Unidos.
Se enfrentan los Dodgers de Los Angeles y los Yankees de Nueva York. Es la vez número 12 que chocan por el título de campeones, la mayor cantidad en la historia.
Es la misma cantidad de veces (12) que se ha repetido la más recurrente final de la NBA. En este caso teniendo como protagonistas a los Lakers de Los Angeles y los Celtics de Boston.
Y como otra coincidencia histórica, la franquicia de los Dodgers pasó de Brooklyn a Los Angeles en 1958 mientras que la de los Lakers pasó de Minneapolis a Los Angeles en 1960.
Y si es por el inicio que han tenido ambos quintetos en la recién estrenada temporada de la NBA ya muchos sueñan con una reedición de la más prolífica rivalidad en la liga.
Pero primero hay que atravesar por toda la serie regular más los extensos, intensos y electrizantes playoffs antes de ser testigo de un nuevo capítulo de esta famosa guerra deportiva.
Los Celtics no sorprenden con su arranque de 3-0, aunque el sábado estuvieron cerca de caer ante los Pistons de Detroit.
A pesar de la ausencia de Krystaps -Cristal- Porzingis, el equipo de Boston cuenta con la dupla de Jayson Tatum-Jaylen Brown y los aportes de Al Horford, Derrick White, Jrue Holiday, además de unos capaces suplentes que los colocan como favoritos para, al menos, regresar a la final.
El caso de los Lakers es otro. Su 3-0 si sorprende sobre todo al contar con un entrenador debutante en el caso de JJ Redick, quien ha demostrado estar a la altura y con su buen arranque se ha quitado presión.
Un Anthony Davis más parecido a Kareem Abdul-Jabbar y un LeBron James en modo Magic Johnson inician el reparto de actores de los laguneros que tendrán un camino más escabroso que los Celtics en la difícil, competitiva e impredecible Conferencia del Oeste.
Falta mucho camino por recorrer, pero mientras tanto se puede comenzar a soñar con otro choque entre Lakers y Celtics en la final.
En el primer año, los Leones con el denominado “Arenazo” y un canastazo decisivo del refuerzo Donté Greene se llevaron el título por 4-3 con un triunfo en el séptimo partido en la Gran Arena del Cibao Oscar Gobaira.
En 2017, los Metros se desquitaron y se impusieron por 4-1 a los Leones en el enfrentamiento final. Esta ha sido el último campeonato ganado por el equipo de Santiago.
El año pasado, Reales y Titanes se enfrascaron en un choque que se extendió al maximo de desafíos para que el combinado de La Vega se alzara con la corona.
Y en esta oportunidad parece que será más de lo mismo.
Tras despachar a Cañeros y Metros en las semifinales, los finalistas mostraron todo su poderío y ratificaron el favoritismo ante un par de rivales, peligrosos, pero que sucumbieron ante la superioridad de los protagonistas.
La entrada a juego del rebotero Jhonathan Araujo ha redondeado a los Titanes con sus aportes debajo del tablero, en la captura de los rebotes y su oportuna ofensiva desde el perímetro para formar un Big Three de nativos con los incombustibles Richard Bautista y Jassel Pérez.
Jonathan Sarnelis ha ejecutado bien desde que tomó las riendas del equipo como entrenador.
Los campeones defensores, de su lado, han estado casi siempre al frente de la tabla de posiciones con la recia y mano dura dirigencia del argentino Daniel Maffei.
También han recibido una inyección de calidad con la integración de Gelvis Solano, quien en la serie frente a los Metros lució como el MVP de la serie regular y la final del año pasado. Parece que quiere recuperar su estatus de titular en la selección nacional.