Más allá de los daños físicos o auditivos que puedan causar, la organización recordó que los ruidos fuertes aterrorizan a mascotas o provocan que algunas de ellas se escapen
EFE
Los Ángeles, Estados Unidos
Los fuegos artificiales “silenciosos” o directamente la solicitud de prohibir el uso de la pirotecnia por parte de particulares son algunas de las tendencias que marcan la celebración de las fiestas navideñas de este año en Bélgica para proteger a los animales, recogen hoy medios locales.
La organización en favor de los animales Gaia instó hoy al Gobierno federal belga a hacer lo necesario para vetar la utilización de fuegos artificiales y petardos, ya que afectan a los animales, domésticos o salvajes, que tienen un oído mucho más fino y sensible, detalla la cadena francófona RTBF.
“Muchos animales morirán o resultarán heridos por los fuegos artificiales de Nochevieja porque los políticos afectados no han tomado las medidas necesarias. Esta es la cruda realidad”, recalca Gaia en un comunicado colgado hoy en su página web.
Más allá de los daños físicos o auditivos que puedan causar, la organización recordó que los ruidos fuertes aterrorizan a mascotas o provocan que algunas de ellas se escapen, y que incluso han llegado a provocar la muerte a animales que han entrado en parada cardíaca o que han resultado heridos graves al tratar de huir de las explosiones.
Así, Gaia solicita prohibir estas prácticas o que los municipios se decanten por otras más sostenibles con el medio ambiente (frente a las partículas que liberan los fuegos artificiales) y respetuosas para los animales, como los espectáculos de láser o los fuegos de artificio “silenciosos”, como se comercializan los que estallan de forma contenida.
Algunos ayuntamientos de Bélgica ya han decidido precisamente prohibir el uso de pirotecnia o, como es el caso de la localidad de Marchin (este), imponer desde el 19 de diciembre los fuegos artificiales “silenciosos” o con ruido contenido, señala Sudinfo.
Por su parte, la región de Bruselas ha vetado la pirotecnia entre el 23 de diciembre y el próximo 9 de enero.
En el caso de la capital, la decisión se tomó a petición de los jefes de las policías locales para “garantizar al máximo la seguridad de los agentes sobre el terreno”, según explicó la RTBF cuando se decidió la medida a principios de diciembre.
En concreto, se debió a que en las últimas semanas la policía había sido objeto de artefactos pirotécnicos en las celebraciones en el centro de Bruselas de los partidos jugados por la selección de Marruecos en la Copa del Mundo de fútbol.
El ministro-presidente de la región de Bruselas, el socialista Rudi Vervoort, indicó entonces que las celebraciones de fin de año “atraen a mucha gente a la ciudad y deben seguir siendo momentos festivos que se desarrollen en un clima de seguridad, tanto para los ciudadanos como para nuestros comerciantes y la policía”.