Tras la captura y extradición del “Chapo” a Estados Unidos en 2017, el mando del cártel quedó a cargo de Ismael “Mayo” Zambada, uno de los viejos socios de Guzmán y de sus hijos Ovidio, Joaquín, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, conocidos como “Los Chapitos”
AFP
México DF, México
El Cártel de Sinaloa es uno de los grupos criminales más grandes y violentos de México, cuyo poderío se mantiene pese a detenciones como la de este jueves de Ovidio Guzmán, hijo del encarcelado fundador de la organización, Joaquín “Chapo” Guzmán.
La agrupación, a la que se atribuyen cientos de asesinatos y actos de barbarie, mostró su poder de fuego este jueves con balaceras y bloqueos en Culiacán (noroeste), tras la detención de Ovidio.
Un episodio similar se vivió en 2019 en el llamado “Culiacanazo”, cuando la violencia desatada por el grupo obligó al presidente Andrés Manuel López Obrador a ordenar la liberación de Ovidio Guzmán.
Tras la captura y extradición del “Chapo” a Estados Unidos en 2017, el mando del cártel quedó a cargo de Ismael “Mayo” Zambada, uno de los viejos socios de Guzmán y de sus hijos Ovidio, Joaquín, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, conocidos como “Los Chapitos”.
Zambada es el capo mexicano de más alto valor para Estados Unidos, que ofrece por él una recompensa de 15 millones de dólares. Por Ovidio pagaba cinco millones de dólares.
El cártel toma su nombre del estado de Sinaloa, ubicado en el noroeste de México y un centro importante de producción de marihuana y amapola, materia prima de la heroína.
Junto con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el de Sinaloa es una de las organizaciones criminales dominantes en el país, asegura la agencia antidrogas estadounidense (DEA).
Se estima que sus redes se extienden a medio centenar de países, de acuerdo con la organización Insight Crime.
– Barbarie –
Miembros del cártel de Sinaloa han protagonizado violentos enfrentamientos con otras organizaciones criminales y con las fuerzas del orden en varias ciudades de México.
Algunos de los episodios más sangrientos se han registrado en Ciudad Juárez, a raíz la disputa que tuvo la organización con el Cártel de Juárez por las rutas de trasiego de droga en la región.
Cadáveres descuartizados o colgados de puentes se cuentan entre los crímenes de esos cárteles, según las autoridades mexicanas, que cifran en 340.000 los asesinatos que se han registrado en México desde que en 2006 se desplegó un cuestionado operativo militar antidrogas con apoyo de Estados Unidos.
El Cártel de Sinaloa exporta y distribuye grandes cantidades de fentanilo, heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana a Estados Unidos, y domina además los corredores de Arizona y California para enviar droga.
“La mayor amenaza del fentanilo para Estados Unidos es el Cártel de Sinaloa dada su habilidad para tener laboratorios clandestinos en áreas de México”, señaló la DEA en su más reciente informe anual.
Según las autoridades sanitarias de Estados Unidos, el fentanilo -un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína- es responsable de numerosas sobredosis en ese país.
Solo en 2022 las fuerzas del orden de Estados Unidos incautaron más fentanilo del que se necesitaría para matar a toda la población de Estados Unidos, reveló la DEA.
De acuerdo con Insight Crime, el Cártel de Sinaloa opera en 17 de los 32 estados de México.
La misma organización señala que el cártel tiene conexiones al más alto nivel en las policías estatales y el ejército, lo que le permite mantener ventaja sobre sus rivales.