Reglas. La Knéset aprobó ayer 62 votos a favor frente a 20 (sobre 120 escaños) un artículo que restringe la destitución de un jefe de gobierno.
- Dolientes en el funeral de Elan Ganeles, un estadounidense-israelí muerto en un ataque palestino, en Raanana, ayer, 1 de marzo de 2023. AP
AFP
Jerusalén, Israel
Violentos enfrentamientos se produjeron ayer miércoles en Tel Aviv entre la policía y manifestantes que denunciaban el carácter “antidemocrático” de la reforma judicial impulsada por el gobierno más derechista de la historia de Israel.
La policía dispersó con cañones de agua, gases lacrimógenos y granadas de estruendo a los participantes en la marcha, que bloquearon varias calles y vías de comunicación de la ciudad. Agentes a caballo también cargaron contra la multitud.
Según un comunicado policial, 39 personas fueron detenidas por perturbación del orden público.
Once manifestantes fueron atendidos con lastimaduras diversas en el hospital Ichilov de Tel Aviv, señaló el portavoz de esa institución.
“El derecho de manifestarse no es el derecho de bloquear el país”, afirmó por la noche el primer ministro conservador Benjamin Netanyahu, en una conferencia de prensa en Jerusalén.
“Un país soberano no puede tolerar la anarquía”, agregó el jefe de gobierno, que acusó a los manifestantes de haber cruzado “una línea roja”.
Las protestas, que desde hace dos meses se realizan generalmente los sábados por la noche y congregan a decenas de miles de personas, no han impedido hasta ahora el avance de la polémica reforma.
La Knéset (Parlamento) aprobó este mismo miércoles en lectura preliminar por 62 votos a favor y 20 en contra (sobre un total de 120 escaños) un nuevo artículo, que restringe las posibilidades de destitución de un jefe de gobierno.
La reforma fue anunciada a principios de enero por el gobierno formado en diciembre por Netanyahu con ministros de derecha, ultraderecha y de formaciones ultraortodoxas judías. Según sus detractores, el texto, que busca reducir la influencia del poder judicial en beneficio del poder político, amenaza la separación de poderes y el carácter democrático de Israel.
Netanyahu y si ministro de Justicia, Yariv Levin, consideran en cambio que esa reforma restablecerá un equilibrio de fuerzas entre los legisladores y la corte suprema, a la que ven como una institución politizada.
Los diputados adoptaron también en lectura preliminar por 55 votos a favor y 9 en contra un proyecto de ley que pretende autorizar “la pena de muerte contra los terroristas”.