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Punto. “Si los haitianos no son parte de la solución… no hay ayuda externa que pueda hacerlo por los haitianos. Lo sabemos y los haitianos lo saben”. farma

  • Para hacer frente a las pandillas, Montas urgió a EE.UU. a que detenga el flujo de armas largas y automáticas a sus miembros desde Florida, o imponer sanciones. AP

AP

Naciones Unidas, Nueva York

La galardonada comunicadora haitiana Michèle Montas sigue a diario el caos en su país natal desde su apartamento en Nueva York. Ella tiene una respuesta sencilla para explicar por qué sigue siendo difícil alcanzar la paz en Haití y por qué se agrava la violencia en el país caribeño: Los haitianos nunca han sido parte de ninguna de las posibles soluciones.

Montas, que estuvo exiliada tres veces y fue portavoz del ex secretario general de las Naciones Unidas, declara en una entrevista con AP que esta era la principal razón por la que han fracasado en gran medida las intervenciones extranjeras y los esfuerzos de ayuda, incluso después del devastador terremoto de 2010, cuando se salvaron vidas pero no se consiguió ayuda para reconstruir el país.

“Y ahora tenemos el mismo problema”, agrega. “Tenemos guerras de pandillas en Haití. Tenemos una situación en la que la gente está muriendo. La gente está siendo secuestrada a diario. La gente tiene miedo de salir de sus casas. Pero si los haitianos no son parte de la solución… no hay ayuda externa que pueda hacerlo por los haitianos. Lo sabemos y los haitianos lo saben”.

El esposo de Montas, Jean Dominique, un periodista haitiano y activista por los derechos humanos y la democracia, fue asesinado en abril del 2000 cuando entraba en la radioemisora de la que se hizo cargo en 1972, y que ambos ayudaron a convertir en el principal medio informativo del país.

Radio Haití-Inter fue la primera estación que emitía principalmente en lengua criolla -“creole”, la lengua hablada por los haitianos, en lugar del francés, la lengua de las élites- y que realizaba análisis políticos y reportajes de investigación. Montas asumió la dirección de la radio tras su muerte, pero la tuvo que cerrar en febrero de 2003, después de que la atacaran a balazos y mataran a su guardaespaldas.

Montas, quien habla casi a diario con familiares y amigos en Haití, considera que el Alto Consejo de Transición que el primer ministro Ariel Henry anunció en diciembre y nombró en febrero no es lo suficientemente grande ni representativo para garantizar comicios en un país sin instituciones elegidas democráticamente, y donde ella y otros haitianos creen que Henry llegó al poder ilegítimamente.